Perdida En Mis Recuerdos

Capitulo 10

Miro a los ojos de Elijah y puedo ver mi vago reflejo en ellos aunque su semblante se pierde detrás de mí.  Entiendo como puede ser esta noticia. Tengo un abuelo. Irreal. Pero lo que más me asusta es que no tenía ni la mínima de idea de su existencia. ¿Como llego a suceder todo esto?

-Elijah, ¿estas bien, hermano? -- pregunta Fracis. Elijah pestañea y mira a su hermano, resopla y se apoya sobre la mesa.

-Esto es... increible. Tengo una nieta. ¿Te lo creerías tú Fracis si te pasara? ¿Una nieta? ¡Por favor, ni siquiera conocí a mi propia hija! -- explota luego de estar varios minutos en silencio. Fracis me echa un ojo y Elijah se da contra el gran muro de mi presencia. -- Lo siento linda, esto no es para nada tu culpa. Es solo... debes comprender que me ha tomado muy de sorpresa todo esto. Si, cuando Asís se fue sabía que tenía algo que decirme, pero no que estaba embarazada...

-Yo... -- no encontraba qué decir así que volví a cerrar la boca. Toda aquella situación era muy enredada a decir verdad, un abuelo que no sabía de mi existencia, ni siquiera de una hija. Mi abuela parece que huyó de allí sin siquiera despedirse, pero ¿por qué? ¿Qué había sido tan malo para que ella se fuera de allí tan apresuradamente y recorriera casi todas las dimensiones? 

-¿Estás abrumada, no es cierto? -- pregunta más tranquilo y asiento con timidez. -- No te preocupes, yo me siento peor.

-Lo que no entiendo es el porqué mi abuela salió corriendo de aquí si te tenía a ti y la magia e iba a tener una hija... -- la mirada de Elijah se oscurece y Fracis lo mira por el rabillo del ojo con nerviosismo.

-Al parecer Margo fue la culpable de todo esto desde el inicio. ¡Vieja ambiciosa!

-Si el problema fue Margo, ¿por qué no la enfrentó y se quedó? ¿Por qué huir? -- inquiero.

-No es tan fácil como decirlo. Cuando tu abuela y yo nos casamos Margomet ya estaba lo suficientemente celosa de su hermana, Asís era una guerrera, era hermosa y los poderes que le había encomendado su madre se le daban mejor que a Margomet. Recuerdo que fue luego de un año después de casarnos que llegó la jauría de nuevas brujas que sus poderes funcionaban diferente al resto, luego comprendimos que era magia negra y hubo una gran matanza, horrible. A partir de ese se creó la Ley que establecía (y aún establece) que toda persona que practique magia negra debe ser castigada. Tu abuela sabía que había algo mal con su hermana, pero nunca se imaginó tan maligno.

》Esa tarde Asís fue a visitar a Margo, con la preocupación en la cabeza, también dijo que necesitaba tener una charla con su hermana, una charla familiar como en los viejos tiempos... Esa fue la última vez que estuvo en nuestra casa. Recuerdo que la vi de lejos, corriendo hacia las Montañas Protactoe y luego no la volví a ver. Sin embargo llamaron a un juicio esa noche y sentenciaron a muerte a Margo por el uso de magia negra, pero la muy astuta escapó y antes de irse fue a verme a mi casa cuando estaba preparándome para salir en busca de mi esposa y me dijo exactamente: "Todo esto es su culpa, ¿sabes? Y no pudo evitar hacer lo correcto y me entregó, me traicionó y me abandonó. ¡Mi propia hermana! Eso fue como clavarme este puñal por la espalda... no te preocupes no te mataré, es o sería demasiado bueno, mi nuevo propósito en la vida es hacerle la vida miserable a mi hermana y tu, lamentablemente eres parte de eso. Desde ahora Elijah Kingsleigh, estás maldito, no pondrás un pie fuera de las tierras de Yardley y si te atreves a tentar mi palabra morirás tenlo por seguro." Y desapareció.

》Aún recuerdo las últimas palabras de tu abuela: "Toda irá bien, no te preocupes, cielo. Te amo." Y ya nunca volvió. La perdí. No la protegí y no me puedo perdonar eso...

Nos quedamos en silencio por unos minutos mientras yo analizaba todo lo que había dicho en busca de algún factor que hiciera a mi abuela huir de aquel lugar. Pero no encontraba nada lo suficientemente terrorífico y habían muchas lagunas, tal vez la razón está en una de ellas...