viii. los niños solían poner la oreja en los raíles, queriendo escuchar cómo se acercaba el tren a la ciudad, y aún hoy puedes sentirlo a veces más allá el cordón policial que rodea la estación
Bajo los raíles un secreto a voces,
bajo los raíles las líneas cantan.
Camina sobre el metal, entierra las canicas,
mira quién viene a festejar
sin que la guardia llegue a tiempo
y ellos quemen las tablas más cálidas.
Vienen los niños, venid, vendrán.
Y pondrán los ojos donde hubo un cuerpo
y pondrán los vientres donde el tren mataba
y pondrán los labios juntos, muy juntos
cuando el traqueteo se meta en sus oídos
y de ellos quiera volver a brotar.
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Entre dioses y fauces ⇝
Horror31 microrrelatos sobrenaturales y de terror urbano. (Actualizaciones: 2 veces por semana). Hay lugares que tienen una vida propia compuesta por ecos de los sucesos que ocurrieron en sus alrededores, los ángeles que los visitaron y los monstruos que...