x. hay una chica enterrada en el arcén, justo aquí. íbamos juntos al colegio. un día, siguió caminando, carretera arriba, y su cuerpo cayó al espacio
Recorrimos infinidad de kilómetros cuando aprendimos a conducir. Un día decidimos hacer el mismo recorrido que el tren que nos llevaba a la playa en los días calurosos de verano, y cogimos la carretera que se bifurcaba a la izquierda y acababa en un despeñadero bañado en más leyendas urbanas que matorrales. Justo aquí, tres metros a la izquierda. Justo aquí. Alicia cayó al vacío cuando teníamos trece años, y se dice que sus padres la enterraron junto a la carretera porque si había ido hasta allí era por su voluntad. Luego acudió gente con perros y con infrarrojos y no vio nada. Nosotros ya nos habíamos olvidado de la cara de Alicia, pero recordábamos que tenía los ojos como lunas y la piel siempre fría. Nadie supo nunca por qué vino sola en el tren hasta aquí. Éramos niños normales y no investigamos como los de las películas, pero nos inventamos historias más felices en las que nuestra compañera no se había caído ni lanzado a ningún vacío. Solo caminó y caminó y caminó, y cuando no hubo más carretera, caminó por el cielo y volvió a casa.
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Entre dioses y fauces ⇝
Horror31 microrrelatos sobrenaturales y de terror urbano. (Actualizaciones: 2 veces por semana). Hay lugares que tienen una vida propia compuesta por ecos de los sucesos que ocurrieron en sus alrededores, los ángeles que los visitaron y los monstruos que...