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ix. historias de animales aún sin descubrir

Era una mañana de domingo y Lluna le trajo al viejo un hueso a la puerta de casa mientras movía la cola, como un periódico macabro. Nada bueno pasa los domingos. El hueso era del mismo tamaño que un fémur de niño, pero no pertenecía a nada ni remotamente parecido a un ser humano. Lluna le llevó hasta el resto del botín, y al asomarse a la tumba vio cómo algo en los restos reflejaba la luz del sol. El viejo desenterró por completo los huesos, las costillas, una mandíbula de carnívoro, y vio que lo que brillaba era un collar con una placa metálica y un número de serie: Lluna 003. Era el mismo collar que tenía su perra, pero más gastado por el paso del tiempo. Lluna nunca salía sin él, y el viejo nunca salía sin Lluna. Volvió a enterrar los restos y se encerró en casa hasta que terminó el día, porque nada bueno pasa los domingos. Además, su yo del futuro debía de estar cerca.

Entre dioses y fauces ⇝Where stories live. Discover now