𝖝𝖛𝖎𝖎𝖎.

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xviii. una boca abierta, un diente roto, un millar de ojos rojos

Una persona aparece en el aparcamiento del motel, al lado de la carretera paralela a las vías abandonadas. Se puede apreciar el sonido de un motor alejándose, pero el coche o el taxi que la ha traído no están a la vista, como tampoco las marcas en el asfalto. Las estrellas se ven con claridad esa noche y nada las perturba. La persona entra al motel con una mochila a cuestas que contiene muchos de sus secretos, pero no todos. Ha tenido que dejar algunos atrás. Se presenta ante el recepcionista, pero este no sabe pronunciar su nombre. No es mortal ni inmortal. Ha ido a esos hoteles de mala muerte en cantidad de ocasiones, siempre después del baño de su propia sangre, y ahora de la del resto.

Al ir hacia la habitación que le asignan, la curiosidad le puede y abre algunas puertas por el camino. En una, la oscuridad es tan grande que no puede cerrar los ojos porque la Nada le devuelve la mirada oscura. En la siguiente, hay ojos en todas las paredes y un suelo lleno de dientes arrebatados por la fuerza, algunos supurando un líquido del color del musgo. La tercera habitación está llena de las últimas cosas tocadas por alguien en vida. Muchas son manos de otras personas y muchas son bastones, andadores, collares y fotografías de las que poco a poco irían desapareciendo las huellas.

Cuando por fin llegó a su habitación y abrió la puerta, se encontró con un espejo. Su yo del otro lado le sonrió. Era una sonrisa amplia y llena de dientes con moho. Una sonrisa tan grande que era imposible. Entre los huecos de la dentadura se colaba la oscuridad.

La persona no se espantó de encontrarse en ese lugar, con esa forma extraña. Cerró la puerta tras de sí y le entregó la llave.

REGOCÍJATE Y RÍE. HAS HUIDO DE LO QUE CONOCÍAS PARA ENCONTRARTE, dijo su otro yo, sin mover los labios plagados de grietas y sin imitar sus movimientos en el espejo. ¿O NO SABÍAS QUE SI HUYES DE TODOS TAMBIÉN HUYES DE TI?

Entre dioses y fauces ⇝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora