Capítulo 17. Bolita bipolar

781 72 26
                                    


Erick

-Un poco nada más.

-No ha sido un poco, Erick.

-Que si, no seas porfiado.

-Te vi, dos veces.

-¿Me viste? -Lo miré sorprendido, pensé que estaba dormido cuando me escabullí a la cocina.

-Si pero te dejé porque sabía que estabas con hambre, has estado así hace dos semanas.

-No...-Reprocho haciendo un puchero y lo veo acercarse, hace que toda mi piel se erice porque su aroma es tan delicioso.

-Si... además, tu olor está cambiando. Al principio solo era más dulce pero ahora hay otros matices ahí.

-Estás loco, el aroma no cambia así. -Me defiendo y lo apunto con mi dedito, no debo verme muy amenazador con esta camiseta de Patricio Estrella y mis bonitas medias con la carita chillona de su fiel amigo Bob Esponja pero hago el intento.

-Mi amor, si cambia, lo noté desde el comienzo y solo ha ido intensificándose a medida que pasan los días. -Dijo acariciando mi cintura de forma delicada y pasando su nariz por mi cuello, con algo tan simple podía lograr que toda mi piel se pusiera de gallina.

-¿Y eso qué? Tal vez es un proceso de adaptación al lazo, se que ocurren cambios cuando las parejas destinadas se unen.

-Si pero creo que estás esperando un bebé.

-¿Qué? -Chillé con un tono agudo en la voz, no podía estar hablando en serio.

-No te alarmes así, estas tres semanas que llevamos juntos, hemos pasado más tiempo en la cama que fuera de ella y no nos hemos cuidado nada.

-Pero...es muy pronto...Joel, es muy pronto. -De repente mi loba se sintió ansiosa, no triste ni negada a la idea pero si confundida, como si no estuviera lista para ser mamá.

-Bebé...podemos hacerte un examen para estar seguros, me parece que vas a ponerte a llorar y no quiero eso. -Su voz se notaba triste, como si le afectara mi reacción ante un posible embarazo, yo solo me sentí peor, no quería ver a mi alfa mal por mi culpa.

-Yo...yo...-Las lágrimas se acumularon en mis ojos, ardían y picaban por soltar una cascada de ellas.

-Shhh... está bien, está bien. Vamos a hacerte una prueba para confirmar o descartar. Espero que salga negativa, así no te pones triste.

-¿Qué? -Me había tomado de sorpresa lo que dijo, no podía creer que no quisiera tener un bebé conmigo.

-Erick, sabes lo que deseo y eso incluye un millón de cachorros pero tú no estás preparado, solo mira como te pusiste de solo pensarlo. -Su voz era grave, como si le costara mucho decirme estas palabras, yo solo quería llorar.

-No quieres tener un bebé ahora, no me quieres a mí, no nos quieres...Joel. -Mis lágrimas comenzaron a salir sin poder evitarlo, gotas y gotas saladas brotaban de mis ojos, mi pecho ardía de dolor.

-Pero Erick...¿Qué se supone que dices? No seas bobo, claro que te quiero, estoy enamorado de tí.

-No...no quieres un bebé.

-Erick...quiero muchos bebés contigo. Quiero todo contigo, amor. No llores, no te pongas así por favor. Vamos a vestirte y buscaremos una prueba de embarazo para asegurarnos.

-Pero dijiste...dijiste que ojalá que no...-Yo era un manojo de nervios y llanto, estaba trepado sobre él, con mis piernas a cada lado de au cuerpo mientras que me tenía agarrado de la cintura.

-Bebé...solo lo dije porque te alteraste, pensé que eras tú quien no quería. ¿No recuerdas mi conversación con tu papá? -Algo en su tono me trajo paz, si recordaba ese día en la casa de mis padres donde ambos me avergonzaron.

-Joey...alfa malo, tú y papá planificaron esto. -Gimoteé con un puchero en mis labios, mis sentimientos estaban inestables.

-No bebé, no lo planifiqué pero si que te he anudado cada vez que hacemos el amor.

-Si...muchas veces, todas las veces. -Me recosté a su pecho y aspiré el aroma puro de su café con menta, amaba su olor, era la única cosa en el mundo que podía hacerme perder la cabeza y calmarme al mismo tiempo.

-¿Y por qué crees que es eso? -Preguntó mientras yo ronroneaba en su cuello, mi loba seguía avergonzada y ansiosa pero yo estaba inestable. Quería llorar, quería reir, quería que me hiciera el amor y me llenara muy bien pero estaba asumiendo que posiblemente si estaba esperando un bebé.

-Porque no te da tiempo a salirte. -Respondí bajito, él apretó mi cadera en regaño y yo solo gemí en respuesta.

-Porque me encanta terminar dentro de tí, me encanta como absorbes cada gota y como mi nudo crece apretado y calentito. Además...amo mucho morderte cada vez, escucharte gemir extasiado cuando lo hago, no tiene comparación con nada en la vida. No podría terminar afuera ni aunque quisiera porque tu interior hace que quiera quedarme para siempre ahí. Si quiero tener cachorros contigo, se que no ha pasado nada de tiempo y a penas estamos conociéndonos pero somos almas gemelas, tú me complementas y te amo. Esas son razones más que suficientes para que no dudes de mi amor por tí o de mi deseo de convertirme en padre a tu lado.

-Joey...-Sus palabras eran tan bonitas, tan perfectas y me daban tantas ganas de llorar.  -Te amo mucho, disculpa por ser un omega inestable. -Sorbí por mi nariz, él me tenía aún en sus brazos, sobre sus piernas y yo realmente me sentía amado, era muy loco como todos mis sentimientos afloraban juntos cuando estaba con él.

-No eres inestable, eres el omega más bonito del mundo, eres perfecto para mí. -Dejó un besito en mi nariz y dió un par de palmaditas a mis nalgas. -Ahora levanta ese trasero hermoso y vamos a vestirte, tenemos que ir por ese test.

-¿Ahora?

-Si...cuanto antes, mejor.

-Pero no quiero moverme, Joey. Estoy calentito acá y quiero mimos. -Ronroneé mientras me removía sobre él, quería impregnarme de su delicioso aroma, lo necesitaba.

-Llevas toda la mañana remoloneando, comiendo y remoloneando otra vez.

-Porque estoy esperando cachorritos y mi cuerpito se pone raro.

-Erick... bebé, eres tan especial. -Habla mirándome de frente y al principio creo que está muy serio pero cuando sonríe con ese brillo rojizo en sus ojos, todo en mí se derrite.

-¿Por qué?

-Porque has pasado por mil estados de ánimo diferentes en solo diez minutos.

-No es cierto. -Reclamo golpeando su hombro con suavidad y hago un movimiento rápido para que ambos quedemos acostados, yo entre sus brazos, calentito, feliz, protegido.

-Si es pero amo esos cambios, ya veo que si estamos esperando cachorros, voy a tener unos larguísimos meses de eso.

-¿Te imaginas?

-¿Qué cosa?

-Que realmente esté embarazado?

-Si...de hecho, solo quiero hacerte la prueba para estar seguros pero se que lo estás, tu olor ha cambiado mucho, mi lobo está constantemente ansioso y con ganas de mimar a tu loba, es como que ambos lo sentimos.

-¿En serio?

-Si, de verdad y además, mi amor, realmente estás comiendo como una lobita hambrienta todo el tiempo. Estás sensible y bueno...hemos tenido sexo como animales todo el tiempo, te he llenado tanto que lo más lógico sería que esta pancita...-Acarició suavemente mi piel de ese lugar y yo me sentí bonito. -Pronto empiece a crecer.

-¿Me amarás aunque sea una bolita bipolar y tragona?

-Te amaré en todos los aspectos porque eres lo mejor que me pasó en la vida y estoy seguro de que voy a amarte cada día más.

Smell ll JoerickWhere stories live. Discover now