Capítulo 28 Florero

467 42 15
                                    


Joel

-Si tu padre se entera...

-Papá no...no decir papi.

-Papi se va a poner a gritarnos.

-¿Papi malo?

-No pero cuando vea que rompimos...

-¡Joel Pimentel! -La inconfundible voz enojada del omega más bonito del mundo, perfora mis tímpanos. Jayden pega un salto en su lugar y ambos volteamos en cámara lenta hacia la puerta.

-Be...bé.

-¿Qué le hiciste a mi florero?

-Papi...flores yo...

-Jayden...esto es entre tu padre y yo, ve con Jared a ver los dibujos, tengo un alfa al que matar.

Nuestro pequeño me mira asustado, a penas va a cumplir dos años pero entiende bastante bien. Aprieta su manito a la mía y se que no quiere dejarme, Jayden es una copia mía y todos saben que soy su papá favorito sin embargo, lo aliento a hacer lo que dice Erick porque solo yo puedo lidiar con su mal carácter. Esperamos en silencio que el niño vaya a la habitación que comparte con su hermano y veo a mi omega cerrar la puerta de forma cautelosa, no es bueno que haya tanto silencio, así que decido hablar primero.

-Amor...

-¡No! No quiero oirte, Joel, siempre es igual y estoy tan cansado. No puedes cuidar a tu hijo solo ni por diez minutos, eres un desastre y haces que él lo sea también.

-Pero bebé...

-Bebé nada, Joel, bebé nada.

-Er...

-Ese florero era un regalo de nuestra boda, un recuerdo y ahora... -Veo como las lágrimas se acumulan en sus ojos verdes y es todo lo que puedo soportar, odio verlo llorar.

-Mi amor, ven. -Me abrazo a su cuerpo pequeño y me alivia mucho saber que se deja hacer, está muy sensible y aunque se que es por causa de sus hormonas y el agotamiento, suele ser difícil de sobrellevar. -El jarrón es solo un objeto, Jay o quiso que se rompiera, solo estaba contento porque cortamos unas flores para tí.

-Estoy tan cansado, tan cansado, Joel.

-¿Pero por qué? ¿Qué sucede? -Algo en su semblante no me gusta, Erick no es alguien que se frustre, no es alguien que de la nada se ponga en una situación como esta y me preocupa.

-¿Tú aún estás enamorado de mí?

-¿Qué?

-Solo dime si me amas.

-Erick...¿Qué te está pasando? No entiendo por que haces una pregunta así. -Yo realmente no comprendo de donde viene esa pregunta pero su olor a tristeza inunda la habitación y hace que me ponga en alerta, no quiero que mi omega se sienta mal, no ahora.

-Solo dime la verdad, solo...

-Yo estoy enamorado de tí, te amo y lo haré hasta el día en que deje este mundo. Eres mi esposo, el padre de nuestros hijos, eres la razón por la que me levanto con una sonrisa cada mañana. No se de donde estás sacando esa tristeza o por que crees que no te amo pero necesito que me hables porque quiero ayudarte.

-Hay alguien...una...una mujer.

-¿Una mujer?

-Trabaja en tu editorial, hace unos días fui con los niños y...-Observo casi en shock como suelta un suspiro, se que está tratando de contener el llanto y yo me comienzo desesperar porque no soporto ver a mi niño mal y ni siquiera se de lo que está hablando.

-Erick...por favor, necesito que me cuentes.

-Fui a verte con los niños y me atendió una chica. -Corta su explicación para tomar una cantidad de aire excesiva y continuar, yo aprovecho para sentarlo encima de mí, es un alivio saber que me lo permite. -No sabía quien yo era, le dije que iría a verte y me dijo que no...no aceptabas visitas.

-Pero bebé...¿Por qué no dijiste quien eres?

-¿Por qué tendría que decirlo? Eres mi esposo, son tus hijos, todos deberían saber quienes somos. Eres tú quien debió decir que eres casado, eres tú quien debió decir que tienes hijos. -Se levanta con una velocidad que no me esperaba y noto enseguida el olor amargo de su enojo, esto no es bueno.

-Todos saben que soy un hombre casado y que tengo hijos.

-¿Lo saben? -Cuestiona con dureza, mirándome con esos ojos verdes de forma intensa, está realmente enojado y eso no es saludable.

-Erick, todo el mundo sabe que eres mi esposo, tengo fotos de nuestra familia en toda la oficina, tú mismo has ido miles de veces, no entiendo como puedes creer que estoy negando que existes, que existen mis hijos.

-¿Por qué no me dejó pasar? ¿Por qué entonces me dijo que no podía subir?

-No se quien es la chica que dices, me gustaría que ya mismo me digas como es porque la recepcionista de siempre te conoce bien, no se que chica es la que dices.

-Nunca antes la vi, es una omega, le brillaron los ojos cuando te mencioné.

-¿Eso es lo que te preocupa? -Cuestiono de manera suave, se que está dolido y yo no quiero que nadie me lo haga sentir así.

-Si. -Suspira sonoramente y aunque me duela admitirlo, saber que ese es su único problema, me alivia enormemente.

-Amor...no se quien es la persona que te hizo sentir así pero te pido por favor que vengas mañana conmigo para que me señales a esa chica.

-¿Qué?

-Si, no quiero que nadie te haga sentir mal y de verdad necesito que me creas cuando te digo que no existe otra persona en el mundo que me importe más que tú. Yo te amé desde la primera vez que te vi, te he amado todos estos estos años y creo que te he demostrado de mil maneras que es así.

-¿Me amas?

-Ven aquí. -Le pido tomando su manito y haciendo que se siente en el borde de la cama para arrodillarme en frente y quedar a la altura de su pancita. -Cuando me dijeron aquella vez que no podías tener bebés después de los gemelos, el mundo entero se me vino encima, no solo porque quería más niños sino porque tú querías una familia grande. Lo superamos juntos, fue doloroso pero lo superamos y aceptamos que seríamos solo cuatro para toda la vida sin embargo aquí estamos, casi dos años después y tú llevas en tu vientre una pequeña vida que solo fue creada a partir de nuestro amor. Nuestro lazo es más fuerte que cualquiera conocido, los mismos médicos nos han confirmado que lo único que ha hecho posible este embarazo, es la fuerte conexión entre nosotros, conexión espiritual, física, mental, nuestros lobos se complementan de una forma que es superior al resto de parejas destinadas, Erick, tú y yo tenemos algo que supera el conocimiento regular sobre nuestra especie y eso, mi vida, es solo nuestro. Yo te amo más que a nada en la vida, jamás sería capaz de mirar a alguien más y mucho menos, negarte, jamás negaría a lo más sagrado que tengo.

-Joey...-Él solloza de manera lamentable pero permite que acaricie su pancita de tres meses, aún es pequeña pero se nota y yo muero de amor de solo pensar en lo mucho que va a crecer porque lleva un milagro en su interior.

-Mañana vendrás conmigo y me dirás quien fue la persona que te hizo dudar de lo que eres para mí, te aseguro de que no va a poner un solo pie de nuevo en la editorial y ahora, pequeño mío, vamos con los cachorros, dejarlos más de diez minutos solos no es buena idea.

-¿Me amas?

-Te amo, te amo como no tienes una idea, si la tuvieras, no serías tan bobo de preguntarlo siquiera.



Smell ll JoerickWhere stories live. Discover now