Capítulo 5

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Vanessa

Veo de donde proviene toda la sangre y trato de mantenerlo junto a mi, no ha perdido el conocimiento pero se ve mal, su auto se encuentra fuera de la casa y no sé como pero con esfuerzo logro meterlo en la parte trasera tomando las llaves de sus bolsillos en busca de ayuda.

—Maldito idiota siempre debe arruinarlo todo.

Arreglo el retrovisor viendo el estado de Caysen, está demasiado pálido y no puedo centrarme en ambas cosas.

Si le pasa algo y muere no me lo voy a perdonar, es que solo a mi se me ocurre.

—¡Maldición contigo!

Giro para ver como va cerrando los ojos sin responder a nada de lo que le digo, fundo el acelerador llevándome todo lo que esté delante, esta es una emergencia y no tengo tiempo de ser cuidadosa con mi manera de conducir.

—Te odio Pitt Lennox.

Pito bocina para que se note que llevo prisa, bajo corriendo del auto cuando dos enfermeros vienen hacia a mi tomando a Caysen sobre una camilla mientras solo puedo ver como su mano va tendida en el aire sin realizar ningún esfuerzo.

Me muevo tras ellos escuchando todo lo que dicen, pasan por la puerta donde me detienen advirtiendo que debo esperar, limpio la sangre de mis manos en la tela roja del vestido, curioso que ni siquiera parece sangre real, mis nervios me traicionan y recuerdo que salí sin el teléfono, no tengo forma de comunicarme con nadie y tampoco recuerdo el numero de Missael pero si el de Brad lo que me deja sin opciones en medio de un pasillo vacío.

Pitt sabe, le conté lo importante que era esta oportunidad para mi, pero esto solo deja en claro que el hecho de contarle a alguien sobre tus aspiraciones no significa que entienda.

Ya ni sé que creer.

¿Lo gané o no lo gané?

Golpeo el muro sintiendo la incapacidad que me absorbe, mi espalda llega contra la pared sin tardar el caer por ella, sobre el suelo recuento cada palabra dicha anoche y como no dudó ni un segundo al momento de impactarlo de esa manera.

—¿Se encuentra bien?

Me levanto cuando me hablan.

—Si —contesto con la cabeza hecha un lío— Mi amigo, vine con él, está herido, recibió un disparo en el tórax, ¿Puede decirme si está vivo?

Niega.

—Cualquier noticia alguien saldrá y le avisará, por ahora le aconsejo que vaya a la sala de espera y espere, también si puede llame a alguien para que la acompañe.

—No tengo a quien llamar.

Digo girándome, Missael y Brad tienen sus propias vidas y no puedo recurrir a ellos cada vez que tengo un problema, además que ambos trabajan para el causante de todo esto.

—Necesito que mueva su vehículo de la entrada —me pide un seguridad.

—Ok.

Salgo hasta el auto moviéndolo hasta el parqueo donde dejo caer mi cabeza sobre el guía, mis manos de nuevo tienen sangre y nuevamente está conectado a Pitt.

Limpio mi rostro, respiro y lo acepto.

Las horas pasan y nadie dice nada, nadie sabe nada.

Doy vueltas por el lugar cuando lo único que me preocupa es que no se pierda otra vida.

—Él está bien.

Me digo una y otra vez cuando no soporto más la impotencia y me voy por el auto hasta donde sea que me lleve.

Acercándome a lo prohibidoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang