Capítulo 14

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Pitt

Ver como Nicol se pasea de un lado a otro es desesperante, incluso más que estar tendido en esta cama de la cual por ahora se me hace imposible levantarme. La sensación amarga en mi boca no desaparece, aún recuerdo como cada crisis ha empeorado seguida de otra, desconozco cuales eran los planes de Diana con esto pero es obvio que su obsesión superaba sus propios limites.

Me acomodo sobre la cama, me sofoca el estar tanto tiempo sin poder ser yo mismo, esto que me arrastra hacia atrás empieza apoderarse de mis fuerzas pero aún así no es algo por lo que vaya a bajar la cabeza frente a nadie, la ayuda que llega es devuelta, los favores siempre reciben su correcto pago, así son las cosas conmigo y eso no cambiará.

—Te aburriré un poco —Nicol arrastra una silla junto a la cama.— Es algo vieja pero bueno, es sobre la noche que ya sabes cuando me encontraba de turno, era una nueva oportunidad y Laura lo sabía, pero aún así me vi envuelta entre las cadenas de tener que contestar a su llamada, sonaba exhausta y nerviosa, "Cuida de ellos" fue lo que dijo, pude escuchar a tu padre como repetía que había perdido el control de los frenos pero aún así en ningún momento escuché a tú madre llorar, solo llamó para pedir algo y eso lo tenía muy en claro.

—¿A qué viene eso ahora?

—Milagrosamente Maison logró decirme en qué carretera iban, mejor dicho alargaron su sacrificio por aquellos dos, él eligió contra que se detendría el auto y me lo dijo, cuando llegué al lugar fue justamente como contó, tus padres habían chocado contra las rocas del camino a las fuera de esa horrible carretera, Maison aún se mantenía con los ojos abiertos y sostenía la mano de Laura, a ella le sangraba el rostro y no estaba consciente, solo hice lo que me pidieron y tomé a la embarazada conmigo realizando la cesaría de emergencia que era requerida en ese momento, unos minutos más tardes y ninguno habría sobrevivido, si Maison no hubiera alargado el viaje y conocido el terreno probablemente los cuatro habrían muerto.

—¿Qué hay de malo con la muerte?

—Lo siento Pitt —toma mi mano—  Prometí que cuidaría de los cuatro pero después de ayudar a que los mellizos nacieran se me hizo imposible dar con ustedes dos, cuando lo intenté ya era muy tarde y solo me quedó esperar.

—Eso ya lo sé Nicol, tampoco tienes nada porque disculparte, no tenías ninguna responsabilidad con nosotros, tenías tu propia vida y todo lo qué pasó esa noche fue egoísta como los involucrados directa o indirectamente.

—Si hubiera dado con ustedes antes todo esto se podría haber evitado, su venganza, su odio, las consecuencias de sus actos.

—Mi envenenamiento, eso es en lo que piensas y lo sé, Diana hizo esto y yo fui el que cayó en su juego, no podía ganar sin perder, seamos justos.

—Bueno —se pone de pies sin verme a la cara.

—Nicol Rodriguez. —Gira a verme— Sin lamentos.

Me sonríe.

—Más te vale que aguantes.

—Lo mismo digo.

Logro sentarme sobre la cama, mi mano yace sobre mi muslo y tomo la mejor postura que puedo en estos momentos, una que no me haga ver débil ni tan necesitado como todos me hacen sentir.

—Ahora ya dejemos esto y cuéntame dónde estamos y quienes son estas personas.

—Los Dumitru, tienen un problema con los Constantin, la familia original de Dahiana y creen saber dónde puede estar la cura para tu enfermedad.

—O sea que no podemos hacerlo sin su ayuda.

—No.

—¿Pero?

Acercándome a lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora