Acercándome a lo prohibido

Capítulo 12

Lisa

Camino por el patio sosteniendo un ramo de rosas, siento su aroma y sonrío al ver lo colorida que están, la finca se mantiene con personal por donde sea que se voltee a ver, mi guardaespaldas mantiene una distancia y me permito ver al cielo.

Los muslos me duelen y es rico recordar cada momento de lo que viví ayer.

Entro a la casa sin ver a nadie, este lugar es frío y solitario, busco a Nini donde sé debe estar, no se despega ni un minuto de él y eso incrementa mis sospechas.

—¿Qué pasa?

Lanzo el ramo cuando no dice nada, solo realiza algunas maniobras lo más rápido que puede mientras Pitt se mantiene gritando como un niño, su llanto es desesperante y es obvio que está sufriendo.

—¡¿Pero qué diablos tiene?!

Veo como se sostiene el estómago en cuanto gira sobre la cama.

—Es el veneno, ha estado demasiado en su sistema y es peligroso.

Dice Nini moviéndome.

—¿Qué? —me voy hasta él tratando de ayudarlo, sus ojos se mantienen cerrados y sus labios apretados— ¡Nini haz algo!

—¡Niña, si no puedes reaccionar y ayudar lo mejor es que te vayas, lo único que necesito ahora es concentrarme!

—Pero.

—¡Lisa!

—Necesitamos llevarlo a un hospital.

Su cuerpo está totalmente sudado, no parece Pitt, el color de su cara es otro, ver lo desesperado que está me apura aún más y la idea que me abunda es mucho peor.

—¿Quién hizo esto?

Ella resopla como si fuera una causa perdida.

—¡Nini!

No me ve ni dice nada, saca un teléfono de su bolsillo y marca lo que desconozco.

—¿Pitt estará bien, verdad?

—Para eso estoy aquí, nunca dejaría que le pasara nada pero eso significa que debemos irnos ya a Luxemburgo.

—¿Luxemburgo?

—Haya tendremos una mejor ayuda, personal y equipo que el que podríamos aquí, eso es justo lo que Pitt necesita. —se toma un suave respiro— Además de allí es la familia de Dahiana y puede que encontremos lo que buscamos.

—¿Dahiana? ¿Qué tiene que ver ella en esto?

—Esa gente siempre tiene que ver.

—Espera.

—Para eso se requiere de tiempo y eso no tengo Lisa.

Viene sobre Pitt inyectando algo en su cuerpo.

­—¿Eso qué es?

—Lo dejaré inconsciente por las próximas horas.

—¿Pitt?

Sostengo su mano.

—¿Acaso no escuchaste cuando dije que debemos irnos? —Nini me reclama.

—Pitt no puede moverse.

—Lisa —ella se escucha sin fuerza— Tienes a tu hermano entre tus brazos, puedes ver el estado en que está y si no estás lista para seguir viéndolo así hasta que pueda curarlo, lo mejor será que te quedes.

Todo lo que está pasando es demasiado, me impide reaccionar y menos pensar.

—No lo dejaré solo.