Capítulo 19

31 11 17
                                    

Edén cada vez tenía menos dudas en la cabeza porque Kain poco a poco las iba resolviendo, pero aun así seguía bastante confundida. Kain le había dicho que tenía que prepararla para la prueba que determinaba si tenía algún poder para así clasificarla en un rango horario. Además, le había confirmado que, si no se preparaba ya, podría ser descubierta porque si a alguien se le ocurriese ver su aura y notar que se mantenía igual que como entró, había dos opciones: O creían que era humana, por lo que la abandonarían, o quizá se les pasase por la cabeza que fuera bisiesta.

Kain le enseñaría lo principal, esconder una de sus dos auras o por lo menos aumentar o minimizar una sobre la otra.

—¿Acaso estoy viendo un holograma o es la mismísima Edén Binelli? —preguntó alguien en frente suyo.

Edén sonrió al verle, ahora lamentaba no haberle dicho nada durante la semana, pero tenía cosas mucho más importantes en la cabeza.

— Han sido tres días, tampoco te pases Derek. —dijo con una media sonrisa.

—¿Acaso acabas de sonreír? ¡Me siento afortunado!

Edén solo sonrió ante el comentario del chico.

—¿Has estado bien? —preguntó cambiando su semblante a uno más serio —He estado preocupado por ti. Incluso llegué a pensar que hice algo malo.

Edén levantó rápidamente la vista ante el comentario del chico ¿cómo podía ser tan tierno? ¿Qué podría hacer ese chico mal?

—Discúlpame, he estado pensando en mi familia y en todo esto y por unos días me he sentido abrumada. —mintió—. Si en algún momento estoy molesta contigo, te lo diré. Tenlo por seguro.

—Comprendo, tiene que ser muy difícil estar en tu situación. Menos mal que no te atosigué. —dijo sonriendo—. Si necesitas cualquier cosa, ya sabes dónde estoy.

Derek miró el reloj de su muñeca y acto seguido miró como Edén seguía tranquilamente masticando lo que tuviese en la boca.

—Debo irme a mi primera clase, mañana nos vemos. —dijo mientras se levantaba—. No te olvides de que hemos quedado. —Tras decir eso, salió disparado hacia la puerta con una sonrisa.

¡La cita con Derek del sábado! ¡Se había olvidado por completo! Mientras pensaba en eso, otro nombre se le vino a la cabeza ¡Dante! No le había visto en estos días porque ni siquiera se había molestado en ir a clase, pero recordaba perfectamente que hoy habían quedado después de las horas nocturnas ¡Si no llega a ser por Derek se le habría olvidado por completo!

Edén se dirigió a su primera clase diurna, la cual compartía con Kain, sabía que no podía hablar con él, le costaba mucho no sonreír o mirarle con cierta complicidad, así que le ignoraba e intentaba no mirarle demasiado.

La clase pasó rápidamente mientras hacían algunos entrenamientos, y con ello pasó el horario diurno. Rápidamente, cuando acabó de comer y antes de dirigirse a sus clases nocturnas se fue a su cuarto para ducharse y arreglarse, cosa que le tomó menos tiempo del que esperaba.

Se dirigió a su primera clase nocturna, y tras ello siguió con su última clase, la cual compartía con Dante. Este llegó tarde, cosa que hizo impacientar a Edén pensando que a él también se le había olvidado, pero cuando le vio más guapo de lo habitual supuso que se había arreglado para ella.

La clase terminó y Edén, deseosa, saltó de alegría interiormente cuando todos los alumnos se fueron. Incluso se fijó en que Dante ya no estaba a su lado. ¿Se le habría olvidado de verdad? —se preguntó—.

Edén recogió rápidamente sus cosas esperando que estuviese esperándola fuera, y así fue, cosa que hizo que resoplara de alivio.

—¿Quieres dejar la mochila y quedamos aquí en diez minutos? —preguntó Dante mirando su mochila.

LOS DIURNOS: Durante las horas del díaWhere stories live. Discover now