Selever es un joven demonio que vive con sus padres y si hermana Rasazy en un iglesia que realmente es un refugio para su madre quien se oculta tras las ropas de una moja con el único propósito de hacer que otros lleguen al cielo, pues ella no pudo...
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El silencio interior suele ser tanto calmante como aterrador, mantener la mente en blanco mientras a tu alrededor solo abunda el silencio es una experiencia que se asemeja a la paz mental y a la vez al sentimiento de locura similar a lo que siente un esquizofrénico cuando finalmente logra callar las voces a su alrededor. Mientras que para un joven demonio que estuvo atrapado en su propio manicomio el silencio se ha vuelto una tortura, sobre todo cuando entre esos silencios no se siente por ningún lado la voz estruendosa de su hermana.
- ¡Ras!... ¡¿Donde te metiste?!....
Al mirar a su alrededor lo que veía era la nada misma. Sin importar cuanto avanzará no veía más que nada. De pronto el silencio se transformó en un zumbido agudo que en cuestión de segundos le hacía sentir que le reventaría los tímpanos.
- ¿Porque estoy aquí?... ¡Ras, responde!
A lo lejos logro percibir un crucifijo el doble de alto que él, sin pensarlo corrió hacia allá. Sentía una presión en sus alas como si se encontrarán atadas con cadenas y ya casi no podía sentir más que ardor al tratar de abrirlas o tan solo moverlas un poco al correr. Mientras más cerca estaba más se volvía visible una sombra sobre este crucifijo, la cual era la silueta de su hermana menor colgando de ahí a más de 4 metros del suelo, sujeta a está con clavos en sus manos, atada de las muñecas con cadenas de oro puro y atada del cuello con una soga, simplemente para sostenerla aunque la pequeña no pesaba tanto esto parecía ser más para que no pudiera huir de su castigo como pecadora.
- Maldición... ¡Rasazy! — Gritó con dificultad.
Sin pensar ni un segundo abrió sus alas a pesar del dolor que estás le provocaban a su columna solo para poder alcanzar arriba donde su hermana permanecía inconciente con sus ojos teñidos de un color rojizo.
Al tratar de liberar a su hermana de sus ataduras podía sentir que el crucifijo de dónde se sostenía se tambaleaba de atrás hacia adelante. Al notar esto se fijó que el suelo debajo de ellos se empezaba a hundir cual derrumbe en un cañón. De un segundo a otro empezaba a caer todo el suelo junto con el cuerpo inconsciente de su hermana menor quien caía al vacío junto a él a una velocidad un poco mayor a la suya por el peso de las cadenas que sujetaban sus muñecas sin que pudiera hacer más que caer al vacío esperando tocar el fondo del abismo infinito y allí encontrar escape del lugar donde estaba.
¿Porqué están aquí?
La caída fue dolorosamente repentina para el joven demonio que solo buscaba sobrevivir para llevar a su hermana con sus padres.
—¡Ay!... Mierda... Debo llevarme a Rasazy — Se quejó con dificultad entre jadeos de dolor.
Aún con costillas rotas y la posiblidad de tener heridas internas trato de ponerse en pie con algo de dificultad hasta que logró colocar a su pequeña hermana sobre sus hombros y llevarla hasta otro sitio.
