3. CATA

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🎵Sin ti no soy nada- Amaral 🎵

Mis padres me prometieron que mi décimo cumpleaños sería diferente y que lo pasarían conmigo. Sin embargo, en la víspera del gran día, les surgió un compromiso. Yo estaba muy, muy triste y Jimena me propuso pasar la última noche del año despiertas viendo «Princesa por sorpresa 1» y «Princesa por sorpresa 2» en bucle. Vimos la primera cuatro veces y la segunda tres, porque son mis películas favoritas en el mundo. En cierto momento, lloré desconsolada porque el pelo de Jimena era negro, como el de Anne Hathaway, y el mío rojo y sentía una envidia que apenas me dejaba respirar.

En mi onceavo cumpleaños, papá y mamá también estaban trabajando pero contrataron a una animadora infantil que montó una fiesta temática en la que me sentí una auténtica reina. Jimena estaba ahí, claro, aplaudiendo como la que más en mi coronación. También estuvieron ahí mi primo y las gemelas. Hasta olvidé que mis padres se habían ido.

Mi doce cumpleaños lo pasé entero en casa de Jimena, con su padre, su nueva madrastra y su nuevo hermanastro todos incluidos en la cena familiar. Fue la primera vez en la que, con su paga, Jimena me había comprado un regalo. Era una peluca azabache.

—Para que heredes el trono de Genovia — explicó.

—No hace falta que me regales nada, con que estés tú me sobra —repliqué yo.

Esa se convirtió en nuestra frase, la tontería que repetíamos una vez tras otra cuando una iba al cumpleaños, a la comunión o a lo que fuera de la otra y preguntaba «¿tengo que llevar algún regalo?». La respuesta siempre era «con que te traigas a ti misma me sobra». Porque era verdad. Con eso sobraba.

Pero hoy, en mi dieciséis cumpleaños, Jimena no está. Ha desaparecido de la faz de la tierra sin siquiera decirme nada.

—No se lo tengas en cuenta —la excusa mi novio—. Yo estaba con ella en la piscina y entonces le ha sonado el teléfono, lo ha cogido, ha puesto cara de circunstancias y se ha marchado. Seguro que era algo importante.

—Ya, ¿pero por qué no me ha dicho nada? ¿Y por qué no responde a mis llamadas? Joder, ¡es mi cumpleaños!

—No eres el centro del mundo, Cat —dice León, mordaz. Después, me acaricia la mejilla y añade—. Pero sí eres el centro de mi mundo, aunque suene cursi. Por eso estoy aquí. Y tus amigas también. ¿Por qué no te olvidas de Jimena e intentas pasártelo bien?

Asiento, porque tiene razón.

Él está aquí, conmigo. Ha dejado a sus amigos con los que siempre celebra Nochevieja por mí.

—Vale —digo.

León sonríe. Me pongo de puntillas para besarle en la boca y recuerdo lo afortunada que soy cuando él me mira con los ojos más dulces del mundo.

CHAT: JIMENA-CATA

Jueves, 31 de diciembre

21:00 PM

JIMENA: Tía, lo siento mucho, me ha llamado mi padre. Es una emergencia familiar. Ya sabes que mi hermano está haciendo una fiesta en casa. No sé qué ha liado. Te llamo luego, ¿Vale?

Perdón por no haberte cogido el teléfono antes que sé que has llamado.

Te llamaré yo, ¿vale?

Y te felicitaré el cumpleaños, perdón por no estar ahí.

Y te felicitaré el cumpleaños, perdón por no estar ahí

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Perdón por no ser Julieta  | Serie Cayetano #2Where stories live. Discover now