JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVI

22-Vuelta atrás

*Dani*

Salí del coche sin despedirme del canario y entré a mi portal sin poder dejar de llorar, subí hasta la puerta de casa y cuando la abrí Carla estaba en el sofá y al girarse y verme llorar se levantó de golpe.

-Dios mío, ¿que te ha pasado?-me preguntó viniendo hasta mi.

No le contesté, simplemente me abracé a ella llorando aun más fuerte porque no me lo creía, no podía ser.

-Dani, ¿Qué pasa?-me dijo acariciando mi espalda intentando relajarme.

-Ga..vi-sollocé.

-¿Qué pasa con Gavi?¿Le ha pasado algo?-me preguntó confundida y yo negué secando mis lágrimas.

Tuvo que esperar varios minutos a que me calmase y después las dos nos sentamos en el sofá para que yo le contase todo lo que pedri me había dicho.

Con cada palabra, Carla se sorprendía más, sin dar crédito a lo que estaba escuchando.

-Madre mia, osea que Gavi si que siente cosas por ti, ¿y por qué lloras entonces?

-No lo sé, te juro que no lo sé.

-Tienes que hablar con él-dijo Carla levantándose del sofá y yo fruncí el ceño.

-No, le ha pegado a ferran y eso no está bien, que recapacite.

-Tía, le ha pegado porque se piensa que os gustáis, todo son evidencias de que te quiere, ¡Que Gavi te quiere!-dijo sonriendo mientras me zarandeaba.

Tenia una sensación extraña, como emociones enfrentadas, por un lado sentía que quería ir a buscarlo para que el mismo me dijese todo lo que había dicho pedri, lo que llevaba años esperando escuchar, pero por otro, por otro estaba cagada de miedo, que nada fuese cierto, que el canario estuviese equivocado o que pedri en realidad tuviese razón y yo solo fuese un capricho para Gavi.

Había soportado muchas cosas a lo largo de estos años, pero jamás soportaría ser un juego para él.

-Me da mucha pena dejarte sola ahora tía, voy a decirle a Nico que nos vemos otro día-dijo cogiendo su móvil y yo negué rápidamente quitándoselo de las manos.

-Ni se te ocurra, yo ahora voy a darme una ducha y se me va a pasar, sabes como soy, no me lo permito-le recordé y ella hizo una mueca.

-Llorar no es de débiles, todo lo contrario, es de valientes, no tienes que sentirte vulnerable y menos conmigo-me dijo y yo asentí mientras ella vino a abrazarme.

-Gracias-Le susurré mientras nos abrazabamos fuerte.

-No tienes que dármelas, estamos para eso-me dijo dejando un beso en mi mejilla.

Carla no tardó en irse y yo entre a la ducha quedándome un buen rato en ella bajó el agua, intentando aclarar todo lo que estaba pasando por mi cabeza.

Acabé poniéndome un pijama calentito y justo cuando iba a ponerme a secarme el pelo, tocaron al timbre de la puerta de casa.

*Gavi*

No me quedé tranquilo cuando pedri me dejó en casa, no entendía que me estaba pasando, pero lo que tenía claro es que pedri no tenía razón.

Dani no era un capricho, y yo la había tenido siempre tan cerca que quizá por eso nunca me había dado cuenta.

Pero después a pesar de nuestra discusión ella había venido a buscarme a los vestuarios, había incluso salido corriendo del seguridad y eso tenía que significar algo, algo que tenía que aclarar antes de que me cabeza explotase.