MARATÓN 2/3: 41-Masaje y mimitos

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*Dani*

Me hubiese encantado decir que mis vacaciones con Pablo en Valencia fueron maravillosas, pero no fue así.

Gavi se levantó a la mañana siguiente malo con muchos vómitos, y nos pasamos el día entero en el apartamento porque se encontraba mal.

Al dia siguiente volvimos a Barcelona, y mi niño se pasó sus últimos días de vacaciones decaído por el malestar, asique valencia solo nos trajo pequeños sustos.

Al volver a Barcelona y acabarse las vacaciones habíamos vuelto a la rutina, aunque la mía había cambiado bastante.

Estaba trabajando en una empresa de contabilidad haciendo prácticas y la verdad es que estaba muy contenta. Las cosas con Gavi iban genial, como siempre, aunque estaba un poco agobiado porque habían perdido el último partido haciendo que el Madrid les Adelantase en liga y eso al sevillano no le había sentado nada bien.

-Nos vemos mañana-me dijo Álvaro,
"Mi jefe" y yo asentí despidiéndome con la mano saliendo de las oficinas.

Iba a cogerme un taxi hasta la casa de Pablo, pero al salir vi el coche de mi novio parado en la puerta y sonreí como una boba andando hasta el.

Abrí la puerta y Gavi me dedicó una sonrisa mientras se acercaba a mi dejando un besito dulce en mis labios.

-Hola bebote-sonreí al separarnos.

-Hola mi vida, ¿Qué tal el día?-me preguntó y yo suspiré echando mi cabeza para atrás cansada.

-Agotador, Álvaro quiere ordenar ahora archivos que creo que llevaban años sin mirar y hay que revisarlos uno a uno, pero bueno, la verdad es que así el tiempo pasa volando.

-Ya solo te queda una semana-me dijo poniendo la mano en mi muslo y yo asentí, una semana es lo que me separaba de mi titulo y mi graduación.

Ya tenía el vestido comprado, incluso los chicos iban a venir y yo no podía estar más orgullosa de los amigos que tenía.

-¿Te apetece que me salte la dieta y nos comemos una hamburguesa con queso tu y yo?-me preguntó.

-¿Con muchas patatas?-le pregunté relamiendome los labios.

-Con muchas patatas-confirmó el.

-Me encanta la idea-le dije y el sonrió dándome su móvil.

-Pídelo mientras llegamos a casa-me dijo y yo asentí entrando a glovo.

Pedí las hamburguesas y solté el teléfono justo cuando llegamos a casa, Gol empezó a ladrar en cuanto escuchó el coche y cuando Gavi abrió la puerta nos hizo una pequeña fiesta al vernos llegar a casa.

Solté el bolso en el comedor sacando el portátil para cargarlo y suspiré tocando mi cuello, que llevaba un par de días molestándome.

-¿Nos duchamos?-me preguntó Pablo y yo negué-¿no?

-No, me apetece un baño, después de cenar-le dije acercándome a él pasando los brazos por su cuello y él sonrió en mi boca.

-Como quiera la niña entonces-me dijo cogiendo mis mejillas para darme un beso.

Fuimos interrumpidos por el repartidor de comida, que pegó a la puerta con nuestras hamburguesas.

-Me encanta-dijo Gavi cogiendome una patata deluxe y yo le di un golpe en la mano-eeee

-Tu has querido las cheddar bacon, no me robes las mias-le dije y el rodó los ojos y me cogió el descuido para quitarme otra haciéndome rabiar.

-Niño pequeño-le dije y el rió dándome un beso en la mejilla.

-Tú niño pequeño-dejó claro y yo sonreí-en dos semanas hacemos seis meses-me dijo sonriendo con cara de niño bueno y yo sonreí.

-Lo sé-le contesté feliz también.

-Me jode muchísimo no poder hacer nada para que lo celebremos, pero es que ahora mismo el calendario está a reventar-hizo una mueca y yo le resté importancia.

-Amor, no pasa nada-le dije- si a mi lo que me importa es que me demuestres que me quieres todos los días, y tú lo haces-le dije sacándole una sonrisa mientras asentia.

-No sabes lo que te quiero-me dijo y yo sonreí disfrutando de mi hamburguesa.

Terminamos de cenar y mientras Gavi recogía la mesa yo le puse la cena a gol.

-Amor, te espero arriba.

-Vale, acabo esto y subo-me dijo él metiendo los vasos en el lavavajillas y yo asentí subiendo las escaleras.

Llené la bañera haciendo también espuma y echando unas sales relajantes que gavi había comprado para mi.

Miré el baño y sonreí tonta al ver las cosas de ambos por todos lados. El cepillo de dientes de los dos en el mismo vasito.

Y si abrias el mueble seguramente te encontrabas con más cosas mías que de Gavi, al final no vivíamos juntos porque yo también pasaba días en mi casa, pero la mayoría del tiempo lo pasábamos aquí, eramos una pareja en toda regla.

Me metí en la bañera a esperarle y el no tardó en llegar desnudandose frente a mi y sentándose detrás mío dejándome apoyar la espalda en su pecho relajándome con las caricias que iba dejando en mi cuerpo.

-Me quedaría horas aquí-susurré súper relajada y el dejó un beso en mi cuello cariñoso.

El agua empezó a ponerse fría al rato, asique tuvimos que salir enrrollandonos en una toalla cada uno.

Me empecé a lavar los dientes y Gavi me imitó al lado, acabé antes que él y toque mi cuello frustrada.

-¿Te duele?-me preguntó mirándome a través del espejo.

-Me noto un poco cargada-le dije y el soltó el cepillo dándose la vuelta acariciando mi cintura.

-Vamos a la cama y te hago un masaje-me dijo dulce y yo lo miré sorprendida.

-¿Tú sabes hacer masajes?-Le pregunté sorprendida para chincharlo, y el rodó los ojos mientras me señaló la cama y cuando empecé a andar me dio una cachetada en el culo que me picó un poco soltando una queja.

Me tumbé en la cama bocaabajo y el se sentó sobre mi culo abriéndome la toalla.

Empezó a masajear mi espalda, hombros, cuello con muchísimo cuidado, haciendo movimientos circulares sobre los nudos de mi espalda.

Cogió mi aceite de coco para seguir con su masaje, que la verdad que me estaba dejando súper relajada por las caricias en todo mi cuerpo.

-¿Dónde has aprendido a hacer esto?-le pregunté y el sonrió.

-No donde te piensas-me dijo y yo reí.

-Se te da bien.

-¿A mi hay algo que se me de mal?-me preguntó con ego y yo rodé los ojos sonriendo.

-Te lo tienes muy creído tú-le dije con burla y el sonrió bajando hasta mi cuello dándome varios besos que me dejaron atontada.

Gavi sabía como hacerme feliz, sabía cuidarme y mimarme siempre, y justamente por eso último, por cuidarme, me iba a romper el corazón en cuestión de dias...

(CONTINUARÁ...)




JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora