Capítulo XI: El rostro del espejo

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—¡Papá llegue! —gritó Allison nada más entrar, dejando el bolso que llevaba colgado a un lado y cerraba la puerta detrás de si.

El apartamento se encontraba en silencio, se habían mudado recientemente, tras la muerte de su madre. Le había costado entender el cómo había sucedido, un momento estaba todo bien, y al siguiente el caos había reinado.Todavía podía recordar cuando llego a su casa para encontrarla en un charco con su propia sangre, y su padre sosteniéndola mientras lloraba.Nunca le había visto llorar antes, no de esa forma.

Se detuvó mientras su mirada se perdía en el espejo frente a ella, los ojos de su madre habían estado tan vacios de aquella luz singular que siempre habían tenido.

—¿Papá? —Le preguntó acercándose rápidamente— ¿Qué ha sucedido? ¿Qué paso?

—Llama a la policía —se limitó a decir

No habían intercambiado mayores palabras después de eso, ni siquiera cuando les entrevistaron uno a uno para descubrir que sucedió.

Al final se dedujó que Peter había realizado su última movida sobre ellos.

Ni siquiera se había permitido llorar mientras hablaba con los oficiales, menos aun cuando había comenzado a limpiar la casa.

Su padre había estado todo ese tiempo en una especie de trance, encerrado en su oficina, viendo las armas sin detenerse, sin parpadear.

Tampoco había llamado a ninguno de los chicos, no porque no confiara en ellos, no porque no lo quisiera así, pero iba siendo hora de que ella fuera capaz de resolver las cosas por sí mismas.

Las cosas siempre se arruinaban más luego de cierto punto, y si no era lo suficientemente fuerte para esto ¿lo sería alguna vez?

—¡Allison estoy en la cocina! —escuchó la voz de su padre a través del pasillo y despertó de su trance.

No le gustaba ese apartamento, había algo en el, en las últimas semanas, que le daba escalofríos por todo el cuerpo.Ni siquiera podía explicarlo con palabras, no se lo había comentado a Scott, pero podía jurar que cada vez que Lydia venía, miraba con atención el espejo, como si algo estuviera allí mirándolas.

«Quizás debas de dejar de ver películas de terror» se burló de si misma, debido a lo absurdo que sonaba lo que decía.

—¡Ya estoy yendo! —le gritó a su padre, dándole una última mirada al espejo, se movió hacia la cocina.

Pero si hubiera sido más atenta, más precisa en su mirada, si no se hubiera dejado llevar por la falsa realidad, habría visto la figura que se movió detrás de ella.

Una figura hecha en sombras, pero con una forma bien definida.

La de ella misma.

***

Stiles cerró la puerta detrás de si mientras entraba a su casa, su padre aun no llegaba, lo que era de esperarse ya que hoy trabajaba hasta tarde.

Su celular vibro con un mensaje de Scott, diciéndole que su madre le dijo que vaya a su casa, hizo una mueca. Sabía que la madre de Scott había estado preocupada luego de los últimos acontecimientos, y que no quería que ninguno se quedara solo.

Pero el necesitaba un momento a solas para poder aclarar sus pensamientos luego de todo lo sucedido, y mientras subía a su habitación, sabía lo que haría.

La pizarra había sido llenada las últimas semanas, principalmente con las teorías sobre quien era "La loba del desierto" la supuesta madre de Malia. Esta lo había descubierto recientemente, el hecho de que era adoptada, pero no existían datos de quien se escondía detrás del nombre en clave.

Despierta | Teen Wolf #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora