Capítulo XXI: El demonio fuera de la jaula

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-Una noche, Santos y yo nos encontrábamos juntos en una zona vacía del lugar -continuo su madre-, estábamos enamorados. Pero de eso no se trata la historia, vimos a dos soldados hablando con el médico de campo. Estaban susurrando, hablando muy rápido.

-¿Qué estaban diciendo? -pregunto Kira, frunciendo el ceño

-Hablaban de las medicinas que habían vendido -Noshiko habló-, y fui a contárselo al resto, a pesar de que Santos me pidió que no lo hiciera. Mi lealtad era primero con mis amigos, no con aquel sitio. Y... la gente se estaba muriendo, así que sin darme cuenta, había encendido la chispa.

-¡Escuchad! -Elaine se subió a uno de los bancos, e intento silenciar a la multitud enfurecida-, todo lo que debemos hacer es ir a administración y emitir una queja formal.

-¿Quieres hablar de ello? -uno de los hombres se levanto, llevaba a un niño casi moribundo en brazos, rápidamente se dio cuenta de que se trataba de Erick-, vamos hablar de ellos. Vamos a decirles como uno de nuestros médicos estuvo robando medicamentos y dándolos en el mercado negro.

-Ellos escucharan -Elaine intento tranquilizarlo-, tienen que hacerlo.

-Estoy seguro de que lo harán -contesto otro de los hombres-, entonces sentirán con la cabeza y tendrán en su rostro una sonrisa condescendiente. Dirán: "un nuevo camión está en camino" cualquier día de estos. Hoy es mi hijo, mañana será otro.

-Sé cómo te sientes... -comenzó Elaine.

Bajo para poder acercarse, pero tosió, se doblo por el dolor y Noshiko se acerco para sostenerla.

-No lo haces -el hombre negó-, tú también estás enferma, supongo que te enterraré con mi hijo.

Miró al resto

-¿Quieren saber lo que pienso? -Se subió en el taburete-, es hora de conseguir nuestras propias cosas.

-Me di cuenta demasiado tarde del error que había cometido al hablar antes de tiempo -su madre le dijo, su mirada perdida en la lejanía de la memoria-, no estaba ayudando a nadie, estaba incitando a un motín.

Su mirada se centro en la lejanía, miraba su hija, pero no la veía. Su mente rememorando aquella época pasada, una época pintada por el dolor y la tragedia.

-Les grite que se detuvieran -le dijo-, pero había tanta gente enferma y tanto s muertos...y yo nunca había visto tanta ira.

Su dedo rasguño la madera de la mesa, formando una fina línea, seguida de otra, y de otra.

-Ahora entendía el porqué Satomi siempre padecía de migraña una vez al mes -continuo-, porque siempre jugaba a ese juego. La mantenía calmada... Ella había sido mordida y los lobos jóvenes son incapaces de detener su ira.

Noshiko la miró

-Un pequeño ataque de asma y podría perder el control -hizo una mueca-, pero esa noche... dejo que la bestia saliera.

***

Scott y Allison continuaron revisando la habitación sin mucho éxito, el silencio reinaba el lugar después de la declaración de Scott.

Sabía que no debería de haber dicho nada, no a Allison, ni a Stiles, porque ninguno sería capaz de entenderlo. Porque ambos eran sus amigos cercanos, por eso necesitaba a Derek, pero dado el hecho de que estaba intentando con Deaton encontrar una solución a su problema, lo veía difícil.

Su celular vibro

-Es un mensaje de Stiles -dijo, cuando Allison le miró-, dice que han encontrado algo...

Despierta | Teen Wolf #5|Where stories live. Discover now