Despierta | Teen Wolf #5|

Capítulo XIII: Detrás de la mascara

Chris Argent se paseaba de un lugar a otro dentro de la cocina del apartamento, mientras esperaba a que el resto llegara.

Isaac aun se encontraba tiritando por lo ocurrido, y Allison había colocado una manta a su alrededor, como si este fuera un niño pequeño.

El primero en llegar fue Scott, seguido de Malia con Kira, quienes se habían vuelto cercanas en esos últimos tiempos.

Más tarde llego Stiles, quien sujetaba en su mano su celular, Scott no tardó en darse cuenta de que no había tomado su medicación.

—¿Lydia dónde está? —le preguntó cuando este se coloco junto a Chris

Stiles frunció el ceño

—Pensé que estaba con ustedes —dijo—, no contesta al teléfono.

Todos se miraron preocupados un momento

—¿No contesta al teléfono? —Allison dijo, un momento antes de tomar el suyo y marcar—, ¿Por qué no contestaría al teléfono?

Malia bufó

—Quizás quiere algo llamado "intimidad" —les miro— o está durmiendo. Ya saben, sus servicios no son 24/7.

Nadie le respondió, aunque ella no esperaba que lo hicieran. Sabía lo importante que era Lydia para el resto de ellos, y quizás se había encariñado un poco con ella.

Ya no la quería muerta, lo que era un avance considerable en su relación.

La puerta sonó, y Chris fue a abrir.

—¡Es Lydia! —les grito

Ella se deslizo hacia la cocina, ajena a la preocupación que había colado entre los demás miembros de la manada.

—¿Dónde estabas? —preguntó Stiles nada más verla, su mirada estaba teñida con la preocupación, aunque un breve hilo de alivio se coló de su cuerpo.

—Lo siento, tenía el celular en modo silencio —les dijo—, le pregunte si sabía algo sobre el tema. Ya saben, con eso de la cosa Banshee quizás había oído algo en el pasado. Pero estamos en el comienzo.

Todos aceptaron rápidamente y sin cuestionar la excusa que se deslizo de los labios de esta, y de la cual había estado trabajando durante todo el camino a coche.

Mentirle a sus amigos era fácil, pero ¿a hombres lobos y coyotes capaces de detectar la menor mentira? Era todo un reto.

Stiles le coloco el brazo por la cintura, justo en el momento en el que Argent hablo:

—No estamos en el comienzo —negó—, se quienes son. Los he visto.

—¿Qué? —Allison miro a su padre de repente, como si aquello hubiera sido más de lo que hubiera esperado—, pero... ¿Cómo? No dice nada en el bestiario sobre ellos.

Su padre bajo la vista, como si ese hecho fuera vergonzoso para él.

—Es parte de un pasado que no quisiera recordar —alzo su mirada, hasta que se choco con la de su hija—, los vi por primera y única vez hace dieciocho años.

Su mirada viajo más allá de todos ellos, rememorando un recuerdo anteriormente vivido. Se podían ver las líneas de las tragedias que había visto ese hombre en su sola expresión, todos en la sala se quedaron en silencio.

—Fue mi primera negociación de armas en solitario, tu abuelo, Allison, me había mandado creyendo que ya era lo suficientemente adulto para poder hacerlo —les contó—, pero tu abuelo mintió en una cosa, ya que no fue únicamente un intercambio. El material sobrenatural estaba metido en el asunto, el quería probar mi capacidad de improvisación... o de sobrevivir.