Despierta | Teen Wolf #5|

Capítulo XII: Un paso hacía la oscuridad

Lydia cerró la puerta detrás de ella, mientras accedía a la celda del doctor Valack, ahora la habitación solo le pertenecía a él, dado que Peter estaba desaparecido.

—Sabía que volverías —escucho su voz antes de verlo, salió de entre las sombras de una de las esquinas, casi deslizándose fuera, y la miro.

Una sonrisa se había formado en su rostro, la clase de sonrisa característica en alguien que creía saber todas las respuestas.

—Entonces, ya sabes él porque estoy aquí —se limitó a decir ella, mientras miraba detrás de su hombro.

Los guardias se encontraban apostados a cada lado de la puerta, atentos ante la menor señal de peligro.

No tenían idea de que el peligro real, suele venir en diferentes envases.

—Vienes por los que todos vienen —dijo él, cruzando ambas manos—, respuestas. Respuestas a aquellas preguntas que has tenido desde el comienzo. Pero debes saber, Lydia, que toda pregunta tiene un precio.

—¿Qué precio? —cuestionó ella, sus ojos nunca se apartaron de los del doctor, mientras la luz tenía una breve interferencia.

—La pregunta no es el precio —negó él—, la pregunta es cuanto estas dispuesta a pagar por saber esas respuestas. Y creo que sabes que no me refiero a dinero.

Lydia mojo sus labios con su lengua, un acto nervioso, fue lo único que denoto que ella estaba realmente nerviosa bajo su fachada de altanería.

—Así que, Lydia, ¿Cuánto estas dispuesto a pagar?

—Cuanto sea necesario —se limitó a contestar

La sonrisa de Valack fue de orgullo, como si ya hubiera visto esa respuesta, y estuviera orgulloso de que ella la hubiera dicho.

—Estas metiéndote en un camino muy oscuro —él se acerco, deteniéndose a unos centímetros del vidrio que los separaba—, Lydia, y si das otro paso, puede que no sepas como regresar luego.

La mirada de Lydia se levanto de repente, sus ojos dando un brillo sobrenatural, uno que hizo que Valack retrocediera.

—Eso es curioso —continuó él—, la mente humana es muy débil a la tentación, a la oscuridad. Ese recuerdo en tu pasado que crees haber olvidado, lo veo en tus ojos. Tal vez no lo olvidaste, quizás solo estas mintiendo. Ahora, la pregunta es, ¿Te mientes a ti misma o al resto?

Lydia inclino la cabeza a un lado, mientras sus cejas se alzaban.

—Usted es el doctor, dígamelo usted

—Se la verdadera razón por la que estás aquí, Lydia —él sonrió—, se lo que tienes que hacer, se quién eres en realidad detrás de esa mascara. ¿Cuánto crees que tardaran tus amigos en darse cuenta de que le has estado mintiendo?

La sonrisa de Lydia fue cruel

—Cuento con ello, doctor, cuento con ello.

***

—¿Me explicas el porqué Isaac esta en nuestra casa en estos momentos? —Chris Argent miro a su hija, quien se encontraba comiéndose una de las uvas del recipiente.

Dejó una en el aire y le miro

—¿Cómo...?

—Ni lo intentes —el negó—, Allison, soy un cazador entrenado, eso significa que se cuando alguien está en mi casa sin permiso.