Los chicos son sensibles

1K 33 3
                                    

Cerré los ojos un instante pero no pasó nada, y al abrirlos lentamente, él me miraba con una sonrisa triunfante.

-¿Ves? Lo estabas deseando- me sonrió.

-Idiota- lo empujé.

Este chico me torturaría toda la vida, recordándome que nos habíamos besado en esa fiesta. Sí en efecto esa misma cara se me quedó a mí, el domingo pasado recordé que él y yo nos besamos, cuando todos estaban obsrevándo a Kate con Adam, yo me fui a saber donde y en ese momento nos besamos. Pero simplemente no me entraba en la cabeza ¿De por qué había besado a ese chico? Yo quiero a Josh, y no sé por qué idioteces bese a otro.

-Vamos Jessica, niégalo, pero yo sé perfectamente que te gustó.

-¡Por favor, estaba ebria!

Me estoy convirtiendo en una zorra, primero me beso con él y después con Josh, soy una maldita zorra de mierda. Esto tenía que cambiar pero ya.

-Pero estabas lo suficientemente consciente para saber lo que hacías- me sonrió con una sonrisa hipócrita- pero si no lo recuerdas bien te lo voy a aclarar. Venías caminando, o eso intentabas y no parabas de hablar y gritar, te pedí que te callaras, pero no me hiciste caso- muy propio en mí, pensé-pensé en llamar alguna amiga mía para que te golpee para ver si espabilas, pero opté por callarte con un beso.

-Vete a la mierda- ¿¡A mí callarme con un beso?! Cursilerías.

-Que vocabulario más refinado-

-Más que el tuyo seguro...acosador.

-¿Acosador?- preguntó- ¿Yo?- asentí con la cabeza.

-Me buscas en mi casa, te encuentro en dos tiendas, la misma semana además estoy pensando en pedir una orden de alejamiento- se rió.

-Niñita no te creas que eres el centro del mundo.

-Arrogante.

-Y ni te creas que te ando persiguiendo, porque eso no lo hago ni loco, solamente ha sido pura casualidad- me explicó.

-Vale, me voy, adiós- dije secamente.

Caminé hacia el instituto, con la intención de apuntarme algún club. Pero esa presencia, me seguía.

-Te he dicho, que me voy, bye bye.

-Chica con carácter, me gusta- dijo caminando al lado mío este chico es como un grano en el trasero- pero no tengo nada que hacer, y te voy acompañar quieras o no.

-Que incordio- murmuré.

Caminé rápidamente, pero él seguía allí. Claro como es muy divertido molestarme, pensé sarcásticamente.

¿Por qué en todas las malditas fiestas, acababa yo mal parada? Era una cosa tan ilógica, que no tenía sentido, antes de la semana pasada, mi vida, era normal y tranquila pero ahora...se había vuelto un caos, por no decir un desastre.

Me hice la tonta, imaginé que caminaba SOLA por la calle.

-Aunque me ignores no conseguirás olvidarme pequeña.

Arrogante, estúpido, egocéntrico. ¿No me puede dejar en paz? Nos besamos y ya está fin de la historia, lo que pasó pasó y pasado está.

-Por cierto bonita gorra, a ver...- estaba a punto de quitarme la gorra, pero la sujeté bien.

-Se mira pero no se toca-gruñí

-Ah que miedo- fingió miedo- tu amiga, espera ahora no me acuerdo como se llamaba...- se quedó pensativo- si ya me acuerdo, Kate, es mucho más amable que tú.

Simplemente: eres odiosoWhere stories live. Discover now