El Ferrari

633 23 9
                                    

-Claramente son adictos al sexo, tendrían que venir a una cita conmigo- habló Kate mirándolos asqueada.

Llevaba toda la razón del mundo, Adam y Cindy se estaban comiendo la boca desde hace unos diez minutos aproximadamente, y el dueño de la cafetería nos miraba con desaprobación. Eso ya no era amor, eso era ¿Pasión? ¿Lujuria? ¿Asquerosidad?

-Cariño lo siento mucho- dije cuando me levanté y jalé del brazo de Cindy haciendo que se levantara de su sitio.

-¡Eh!- se quejó y malhumorada se sentó junto a Kate.

-Asquerosos- murmuró Kate mirando distraídamente su móvil- listo, tenéis cita mañana por la mañana a las nueve en punto, tenemos que tratar esta adicción al sexo- sentenció.

En aquel instante nos trajeron nuestros pedidos. Hamburguesa de mi alma, ven con mami, que te está esperando para devorarte.

-No me jodas, mira es un palo y come como un cerdo, y lo peor de todo es que no engorda- refunfuñó Kate comiendo su pequeña ensalada.

-No me fastidies Kate, ahora estoy ocupada con mi hamburguesa- dispuesta a darle un mordisco la mano de Adam me paró- Adam, quita, hay gente que tiene hambre.

-La comida puede esperar, además si quieres después te compro otro hamburguesa además hemos venido a hablar, quedaste con Kevin hace dos semanas y no has soltado ninguna palabra de vuestro reencuentro- reí. El chico pijo quería saber que tal me fue la cita con mi primo, sabía que el mito de que los hombres son más cotillas que las mujeres era cierto.

Reflexioné. No había hablado de nuestra cita, si se le puede llamar cita, todo había ido bien, nos pusimos al día me contó que hizo después de que lo enviaron a España, que estudió y todas esas cosas que se dicen. Bebimos, bailamos y  bueno, casi tuvimos sexo. Cosa que no ocurrió porque me sentí como una perra cuando le quitaba los pantalones. No me siento orgullosa de hablar de ello, fue muy vergonzoso para los dos. Él se iba a casar y bueno yo, no tenía relaciones desde que había vuelto de Washington y eso no ayudó, porque prácticamente era como si fuera virgen de nuevo, y mis hormonas no ayudaban. Probablemente ese secreto me lo llevaría a la tumba.

-Nada del otro mundo, hablamos me contó que estudió medicina, ahora es cardiólogo, volvió a América hace dos años, se encontró con Kelly y surgió una chispa, fin del asunto.- acabé de hablar dispuesta a probar otro bocado de mi deliciosa hamburguesa, hasta que nuevo la mano de Adam me paró, lloriqueé en verdad quería comer mi hamburguesa.

-No me fastidies, he estado estas dos semanas comiéndome el coco pensando en eso- respondió Adam con reproche.

-Sabía que no haría ninguna locura, Jessica ha crecido y ya no esa muchachita patosa del pasado- dijo Kate, me ofendí pero me sentía culpable los estaba mintiendo en toda la cara.

-¿Ya tienes pareja para pasado mañana?- me preguntó Cindy.

-No- suspiré, no me tendría que haber comido la hamburguesa, seguro que ahora ya no cabía en el vestido que me había comprado- bueno da igual,  iré sola, no creo que sea el fin del mundo.

-¿También irás sola a la boda de Kelly?- miré a Kate de mala manera.

-También iré sola, no me estreséis, ya me conseguiré a alguien por ahí.

-La perra de Kelly no nos  ha invitado, y mira que en el instituto detestaba a Jessica, la ironía de la vida- murmuró Kate. Estaba segura de que le daba más rabia era no poder ponerse su vestido nuevo de Gucci.

-Bueno según nos ha contado Jess, es el próximo mes. Soy yo ¿O que este mes ha pasado muy rápido?- habló Adam.

-El mes ha pasado muy rápido- contestó Cindy.

Simplemente: eres odiosoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin