La buena suerte de Jessica Brooks

386 17 4
                                    

No,  no.  Esto es frustrante, tengo ganas de hacer pis. Me acabo de levantar de mi esperado siesta y no me da la gana de ir al servicio.  Llevo semanas en el sofá, desde la reunión, he estado en luto.  Bueno,  en luto no,  pero he estado un poco deprimida, eso de los encuentros no lo llevo muy bien y mucho menos si encuentro a tres exnovios en el mismo sitio, y con cada uno he tenido una hostoria.

El coche de Adam ya esta arreglado. Doy gracias a Dios porque sigo viva,  después de lo del coche ya me imaginaba a mi lanzada por el río Amazonas para que me coman las pirañas, por el sexy de Adam.  En fin,  lo mejor será que vaya al baño.

Alto. Voces.  Risas. La puerta se abre. Voy con un pijama bastante sexy.  Bien. Me hago la dormida,  no quiero socializar tan pronto.

-¡Entonces la muy estúpida va y se cae por la escaleras!- se ríe una voz desconocida para después dar el silencio.  Entonces,  silvan.- vaya piso,  no sabia que te iba tan bien.

-Que va,  no es mío. Solo estoy alquilado con mi novia,  la propietaria es del instituto a lo mejor te suena,  Jessica Brooks.

-¿Brooks? ¿La misma Brooks que a veces se peleaba con Kate Sanders como si fuera una marimacho? - 

Eh,  un poco agresiva si era,  pero tampoco tanto.

-Sí,  esa misma,  siéntate voy a por una cervezas. 

Se hace el silencio.  Oh ,  por favor ya sé  quién es.  Es imposible que no me vea. 

Tenemos tres sofás y una butaca que hacen un rectángulo enfrente del televisor.  Con mi mente de genio hago mis cálculos y se supone que ya me debería haber visto,  pero lo único que escucho son puertas cerrándose o abriéndose y a Adam en la cocina.

-No sabía que le habían crecido tanto a Brooks- no,  que no sea lo que estoy pensando. Escucho pasos más cerca y escucho como Adam hace un movimiento brusco.

-Lo sé,  pero te recomiendo que lo dejes dónde lo has encontrado.  Es raro que no esté en casa,  a estas horas siempre está.

Escucho unos pasos más cerca,  fijo que ya me ha visto y si no me han visto es que son unos idiotas.

-Jessica Brooks está dormida- noto cierto sarcasmo en su voz- vamos a tocar su firme trasero.

Oh,  shit.  No será capaz,  noto algo caliente cerca de mi trasero y me levanto rápidamente y le doy unos manotazos.  Un chico o un jovenzuelo,  como diría mi abuela,  de pelo cobrizo,  ojos marrones profundos y una sonrisa burlona está enfrente mio. 

Mi tormento desde el instituto hasta la fecha.

-Auch, típico de ti Brooks.

-Cállate Thomson.

Me sorprendo como va vestido, camisa blanca y unos pantalones de vestir grises.  No se parece a nada a ese chico que se saltaba las normas del instituto para ponerse unos jeans. Parece venir de la oficina.

-Thomson nadie diría que trabajas en una oficina yo te imaginaba borracho como una cuba en Las Vegas con algunas  chicas fáciles.

-No trabajo en la oficina lista, soy modelo pero en lo de Las Vegas has dado en el clavo,  por eso no fui a la reunión- explica y se sienta en el sillón y ampolla los pies en la mesilla.

Me tumbo en el sofá,  recuerdo que Matt decía que en nunca sería modelo porque todos son gays.  Estúpido homofogo,  como cambian los papeles de un día para otro.

Adam levanta mis piernas y se sienta. 

-Eso es verdad, en mi empresa lo han contratado para que haga un anuncio publicitario- dice Adam dando un trago a la cerveza.  Levanto mi ceja en forma de interrogación,  él no suele beber cerveza.

-Entonces te las has ligado,  eh pillín- ríe Thomas señalándonos,  se está ganando una pata en sus parte a pulso.

-No ¿estas loco? Vivo aquí con mi novia.

-Si la novia que no le haces ni caso y está aquí de pie hace unos diez minutos sin que nadie le haga caso- la miramos atentos,  Adam parece un pez, abre la boca y no sale nada de ella.

Cindy se va llorando y se encierra en su habitación seguido de Adam que no para de llamar a la puerta. Iugh,  solo tengo diez minutos a que Cindy abra la puerta y se ponga a discutir con Adam y tengan unos revolcones ruidosos.  Matt está nervioso,  está claro que no sabe qué hacer.  Corro a mi habitación y me pongo un vestido y una sandalias,  me paso el cepillo muy rápido y salgo.  Han pasado 8 minutos,  solo quedan 3 minutos más.  Estiro la oreja de Matt y lo llevo afuera.

-¿Estás  mal de la cabeza o qué te pasa?

-No seas quejica y vamos algún bar o algo.

-Sabía que un día caerías a mis encantos- presume y se frota su oreja roja- pero no puedo porque ya he quedado con unos amigos.

-Te acompaño.

-No creo que le caigas bien a mis amigos y que a ti no te caigan bien ellos- dice nervioso.  Nunca en mis años de vida he visto a Matt Thomas nervioso. Aquí pasa algo raro.

-No importa,  si eso ya me iré.

Lo sigo y pedimos un taxi.  Por lo que he oído  vamos por la 97 Brodway a un restaurante tailandés. No veo problema alguno,  chicos seguramente morbosos, que estoy segura que los podré  poner en su lugar. A menos que alguna tailandesa haga un baile privado,  no me extrañaría viniendo de Matt y sus "extraños" amigos.

Si le presentara a Matt a algunas amigas de la editorial.  Ellas lo violaría,  pero eh,  él estaría más contento que nunca. 

-Matty,  estamos aquí- miro al chico que ha gritado.  Hay dos chicos en la mesa,  todos gays,  en apariencia.  Esto es raro.

-Emm si ella es Jessica Brooks una amiga del instituto- sonríe un poco nervioso.

-¡Ah!  Ella es la amiga de tu amada- ríe coqueto un pelinegro.

-Chad,  hoy no hay reunión- gruñe mi amigo.

-Matt,  es su mejor amiga a lo mejor y

te ayuda- murmura de nuevo.

-¡¿Qué te gusta Katherine Sanders?!- chillo.

-Sí querida,  desde hace tres años está colgado por Kate- dice con cansancio el rubio,  parece ser el novio del pelinegro.

Abro los ojos sorprendida. Oh, ni en mis sueños más macabros habría imaginado que Matt y Kate. Debería ser un broma de mal gusto.

-¿Es broma?

-No,  que va-dice Chad- somos compañeros de trabajo y como era la persona mas cercana a ella,  tenia que acercarlo más a Matty.

-Oh,  entonces tu eres el chico del que me hablaba.  Ella cree que lo acosas y que quieres ligar con ella.

-Chad,  no has hecho bien tu papel- gruñe Matt- ahora ya lo sabes Jess,  te pediría por favor que no se lo dijeras a ella.

-No seas cobarde Matthew- dice el novio de Chad- ella te puede ayudar.

-¡Ay madre! Podremos hacer tantas cosas con Jessica- grita de emoción Chad- la incluiremos en nuestro plan y...

-Lo siento me llaman.

Fiu salvada por el teléfono.

Cojo el teléfono y hago unas señas para que todos se callen

-Jessica Brooks

-Quiero hablar contigo.

-¿Josh cómo es posible que tengas mi número de teléfono?

-Quiero volver contigo.

-¡Josh,  mierda que cuando volviste de Alemania ya tenias pareja y no precisamente una chica..!

-Brooks, querida,  los rumores vuelan y no me quieras hacer sentir culpable porque tú estabas saliendo con Ryan-respira- eso ya es agua pasada y quiero retomar nuestra relación,  además Ryan tiene una hija y él ya no será un problema. 

Touché. 

Simplemente: eres odiosoWhere stories live. Discover now