Capítulo XXX

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Dedicado a todo aquel que ha sentido algo de felicidad leyendo la saga.


"Tiene que salir perfecto", se repetía Kiara constantemente. En la encimera no había espacio para dejar más cosas así que dejó las bolsas en el suelo. Babe se había recogido el pelo en un moño. Iba maquillada y llevaba un vestido de infarto. Kiara no sabía qué hacía su suegra para estar arreglada todo el día, y más aquel domingo tan caluroso.

-El regalo no ha llegado aún – dijo -. Empiezo a ponerme nerviosa.

-Tranquila. Sube arriba y arréglate. Yo me ocupo.

-Es que quiero que le guste.

-Le encantará. A Henry le chiflan las fiestas y más si son por su cumpleaños. ¡Ah! Recuérdame que llame dentro de un rato a Logan para que siga entreteniéndolo.

Kiara inspiró. Se echó el pelo para atrás mientras intentaba mantener la calma. Tantas empleadas moviéndose de acá para allá le producía estrés.

-Babe– murmuró.

Levantó la vista de las bolsas que contenían copas de cristal; Babe había insistido en comprar nuevas porque no quería que les rompieran la vajilla.

-Dime, cielo – contestó al ver que se había quedado callada.

A Kiara se le hacía un mundo tener que decirle aquello puesto que era una tontería. Era una tontería pero esa tontería la hacía sentir insegura. Si alguien podía responder a sus dudas, esa era la madre de Hell.

-He encontrado unas pastillas en nuestro cuarto. Pastillas médicas –aclaró.

-¿Cómo pastillas médicas?

Kiara se llevó una mano al bolsillo trasero de los vaqueros y sacó una fina lámina plateada con cuatro pastillas alargadas. Al verlas, a Babe se le borró la expresión tranquila del rostro.

-¿Qué coño es esto? - murmuró leyendo la marca impresa - ¿No había ninguna caja?

-No. Me dijo que había tenido que tomar ansiolíticos.

"Pero siento que algo no va bien", quiso haber añadido. Babe se guardó las pastillas en la parte interna del sujetador.

-Henry no puede tomar ansiolíticos. Llevan algo que le produce jaquecas –dijo como si Hell estuviera allí y lo estuviera regañando por mentir -. Mañana llamaré a Gordon para que me explique. No te preocupes, deben ser pastillas de diseño.

-No sé si eso me tranquiliza.

-No creas que son mucho más dañinas que cualquier droga convencional. Bueno, ve a arreglarte antes de que se nos haga tarde.

Llevaba Kiara bastante tiempo organizando aquella fiesta, más que la propia boda. Con la excusa de los preparativos había aprovechado para preparar el cumpleaños sin que Hell sospechara. Tears había sido la que más rápidamente se había apuntado al plan. Había cambiado de ropa tres veces. Aquella sería la cuarta.

Al cruzar el pasillo hacia su habitación, su cuñada la interceptó.

-¡Kiara, Kiara! - exclamó sosteniendo dos perchas - ¿Vestido o falda?

-Es una fiesta estilo cóctel, no puedes llevar algo tan corto. El negro.

-Ya, pero es que el negro me marca las caderas y desde que tuve a DD se me han ensanchado y no he recuperado las de antes.

-Entonces ponte la falda y equilíbralo con algo no muy escotado arriba.

-Pero tú también vas a llevar falda.

Heroína (Saga Adrenalina III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora