|Un Amor del Pasado.| Harry y tú | {ADAPTADA}

Capítulo 4

Maratón 2/3

-No es de tu incumbencia-contestó frío y cortante. Niall, el chico más tierno de la tierra, puede parecer el peor enemigo del mundo.

-¿Te está molestando, ______?-dijo Hazza.

-Yo dije…-habló cerrando los puños-que no es de tu incumbencia-la manera en la que Niall los miraba era como si quisiera hacerles daño pero a la vez como si fuese inofensivo.

-Le pregunté a ella, no a ti-dijo Hazza furioso-¿Te está molestando, ______?-volvió a preguntarme.

-No. Él ya se iba, ¿o no?-Niall asintió y volteó a verme. Clavó su mirada en mí para segundos después irse. Yo me acerqué a abrir la puerta para que los chicos pasasen.

-¿Qué quería ese?-preguntó Liam.

-Nada, nada. Olvidadlo.

-Bueno, pero si te hizo o dijo algo dínoslo preciosa, ¿sí?-dibujó una línea en mi mentón con su yema del dedo. Demasiado pícaro para ser Liam. Qué raro Liam jugando conmigo…

-¡Ya basta Liam!-reí-Pareces mi novio-todos rieron.

-Vale, lo siento-sonrió.

-Tracy, ¿estás aquí?-dijo Zayn sonriéndole.

-¡Dejadla chicos! No le hagáis eso. 

Tracy se sonrojó al verlos y se acercó a mí.

-______, no sé si estoy loca o ya no se contar, pero ahí hay cuatro chicos-dijo señalándolos uno por uno. Reí ante su comentario.

-Él es un amigo de ellos. Ven que te lo presento-cogí su mano y me dispuse a caminar hacia el chico.

-Oh…

-¡Hazza!-lo llamé-ella es mi amiga Tracy-la miré-Tracy, el es Hazza.

-Hola guapa-él estrechó su mano-un gusto.

-Ho… hola-entrelazó su mano con la de él-El gusto es mío-no dejaba de mirarle. Tracy está loca, en serio.

-Bueno…-jalé a Tracy para que lo soltara-Tracy debe, ya debo… eh. Ahora hablamos.

Me alejé inmediatamente de él.

-¡Tracy! Tranquilízate. Si sigues portándote así los chicos jamás dejarán de molestarte.

-Vale, vale. Iré a poner música-asentí. Mientras, yo entré a por las bebidas. Fui a la cocina y saqué siete vasos y eché Coca-Cola en seis de ellos con un poco de ron y en el otro solo eché licor. Este último era para mi madre.

-¿______?-di un pequeño salto al oír mi nombre. Fuera quien fuese, me había asustado.

-Hazza-suspiré-Eres tú. ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?-el moreno rió.

-Lo siento, no quise asustarte. Y pues no, solo quería hablar un poco contigo. 

-Oh, está bien-trataba de acomodar los siete vasos en mis manos  claramente, no podía sostenerlos.

-Y de paso te ayudo-se acercó rápidamente a ayudarme con cuatro de ellos.

-Gracias-sonreí.

-De nada-sus ojos se clavaron en mi mirada.

Este chico poseía unos ojos verdes hermosos. A veces a la luz del sol se veían un poco más azulados. Eso lo noté cuando lo conocí, pero de cualquier manera, eran muy bonitos. Me concentré tanto en su mirada que no podía pensar en nada. No podía dejar de admirar su hermoso rostro y él por su parte tampoco dejaba de mirarme. A veces sentía que quería decirme algo, pero siempre resultaba que se quedaba callado.