Capítulo 6

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En la mesa de bebidas Cristofer pido las bebidas para Julieta y para él. Un vecino era el encargado de preparar las bebidas alcohólicas. Ya eran pocos los que habían quedado en la calle celebrando la fiesta navideña. Después de que le entregaron sus bebidas no se fue de inmediato, vertió una pastilla en una de ellas, después se fue de regreso son sus compañeros. 

Este no se dio cuenta que el chico a su lado lo había visto pero no le dijo nada, aunque lo siguió con la mirada para ver hacia donde se dirigía. Observo como le dio la bebida a una bella chica, compadeció a la pobre mujer que bebería esa droga, esperaba no fuera nada malo. Decidió olvidar lo que había visto ya que no quería meterse en problemas y siguió con lo suyo volviendo con sus amigos.

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Después de un rato comenzaba a sentirse mareada Julieta, todos sus amigos se habían ido a bailar dejando solos a Cristofer y Julieta. Este primero se acercaba rozando sus labios en el cuello de Julieta, esta se sentía rara con las acciones que comenzaba a tomar este. Se acercaba más, la abrazaba, todo eso le comenzó a molestar pero de algún modo no encontraba las fuerzas para alejarlo, su cuerpo se sentía débil, deseaba que pronto sus amigos o hermana volvieran.

El calor en su cuerpo aumentaba, trato de levantarse pero este la tomo de la cintura tratando de meter su mano por su falda, asustada lo empujo como pudo y se fue de ahí tambaleándose. Este la siguió pero ella se metió entre la pista improvisada de baile, para poder perderlo chocaba con los que bailaban, termino tropezado, temió lo peor al caer y hacer el ridículo, pero no fue así. Alguien la sujeto para que no cayera.

Levanto la vista y vio aquel hombre que era parte de sus sueños más profundos.

Levanto la vista y vio aquel hombre que era parte de sus sueños más profundos

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— ¿Te encuentras bien...?

—.... Eres tan guapo — Julieta escucho como rió por su estúpido comentario.

— Tienes la cara roja estas bien — aquel hermoso hombre, me sonríe, esa maldita sonrisa, es la que me enamoro.

No puedo apartar mi mirada de él, siento que pronto perderé la cordura.

Una chica lo llamo y este le sonríe diciendo que ahora la alcanza. Me jalo afuera de la pista improvisada, yo simplemente lo seguí estúpidamente embobada con su presencia. Me llevo a la barra de bebidas y pidió un agua para mí, me dice que la beba yo simplemente lo hago, no me había dado cuenta que mi garganta estaba seca. Él me sonríe por última vez y se dispone a irse, pero yo lo detuve.

—.... Sucede algo, quieres que llame a alguien.

Dios no salen las palabras de mi boca, como ve que no digo nada, trata de volver a irse y nuevamente yo lo detengo, me mira un poco confundido pero esta vez hablo pero no sé porque termino diciendo esa estupidez.

— Hoy es mi cumpleaños.

— ¿? ¿pues bien? ¡Felicidades! — me da un golpecito en el hombre y me sonríe. Se voltea dándome la espalda y yo termino abrazándolo.

InevitableWhere stories live. Discover now