Capítulo 15

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Como cada mañana, Eduardo salió a correr con sus peludos amigos

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Como cada mañana, Eduardo salió a correr con sus peludos amigos. Siempre le ha gustado estar en forma. Quiso darse un respiro y se detuvo. Llevaba una mochila, saco un plato de perro y le puso agua a sus cachorros. Mientras ellos se hidrataban él también lo hacía. Escucho su celular sonar, le era extraño ya que eran las 6, casi 7 de la mañana. Lo saco de su mochila y chisteo molesto, lo apago para que no volvieran a llamar y continuo con su camino, guardo todo y siguió corriendo por una hora más.

Cuando llego a su casa, vio a su vecina que le sonreía a su ahora novio. Bufo por la escena tan cursi que veía. Saludo y se metió a su casa.

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Julieta se perdió en la vista de aquella puerta que había sido cerrada.

— Que sucede linda, de pronto te has quedado callada.

Cristofer es un buen novio, Usa gafas, en su cabello usa demasiado gel, es un joven alto y delgado. Aunque a veces tiene un olor extraño en sus ropas. Pero a pesar de todo es muy atento y lo mejor es que solo tiene ojos para mí. Su manera de vestir y actitud son muy sencillas, nada que ver con mi querido príncipe.

 Su manera de vestir y actitud son muy sencillas, nada que ver con mi querido príncipe

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— No es nada, son ideas tuyas.... Mejor ya vámonos que se nos hace tarde para el colegio.

Julieta cerro la entrada de su casa y se fue tomada de la mano con su ahora novio. Él no iba en la misma preparatoria, pero le quedaba de camino y por esa razón, el decidió todos los días acompañarla. Esta rutina era nueva para Julieta ya que normalmente se levantaba a última hora para ir al instituto, pero se intentaba acostumbrar. Cuando debían ir por caminos distintos, Cristofer le dio un suave beso en los labios a Julieta, quien solo le sonrió y se despidió.

— Ese tipo realmente no me agrada, para nada.

Se giró Julieta y vio a su amiga Elizabeth, quien como era costumbre llegaba con los audiófonos y la música a todo volumen.

— Porque lo dices Lizzi.... Se a portado bien conmigo, es muy atento y siempre se preocupa por saber si estoy bien.

Elizabeth solo torció su boca y hablo — en realidad no lo sé, pero algo en ese chico no me agrada.... Además creí que te quedarías sola y te convertirías en moja por el amor que le tienes a tu querido vecino.

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