7. Pánico en la leyenda

386K 18.3K 3.1K
                                    


CHARLIE

Estaba algo cansada, pero podría soportarlo. Debía poder tener control de mis pensamientos, debía ser así y no de otra forma. No tenía idea de qué hacer con respecto a la llegada de Liam ni cómo sentirme con respecto a eso, estaba asustada, pero era algo bueno ya que estaba un poco más concentrada que otros días. Podía hacerlo. Muchos problemas abarcaban mi mente, pero si sabía que eso era prácticamente pasajero ya no debería hacer tanto lío.

—Demonios, ¿qué pasa con este sentimiento?

Me recuesto en la cama de frente con el enorme techo de mármol, pudiendo ver ciertas grietas tan delicadas que pasaban desapercibidas a la vista. Algo así estaba yo todo este tiempo, con grietas que supe cómo controlar para que las demás personas no sospecharan de que algo malo pasaba conmigo. De seguro no fui la única que estaba así, pero la señal que me reconfortó fue que a pesar de todo aquel techo estaba y se veía fuerte, no se iba a dejar romper por algo que puede soportar. Creo que debo empezar a ser como el techo de mi habitación.

Casi eran las siete de la mañana y no pude pegar un ojo en toda la noche, prácticamente todo estaba en mi contra estos últimos días.

—Tengo hambre.

Me levanto de golpe, corriendo hacia la nevera para darme cuenta de que me había olvidado de comprar la despensa. Tomo el teléfono para marcar un número, la persona me contesta a los pocos segundos.

Explícame la razón por la cual me estás levantando tan temprano. —le oigo gruñir al otro lado de la línea.

—Lo lamento. —sonrío al poder distinguir su voz totalmente somnolienta—. Quiero pedirte algo, mejor amigo.

Max se queda por un momento callado, pero luego bufa molesto.

No tienes comida.

—Acertaste. —aunque él no me viera quería poder reírme un poco.

—¿Por qué no vas al supermercado? —quizá se estaba levantando, ya que comienzo a darme cuenta de que hay mucho sonido.

—Quería que me acompañes —juego con mis pies en las frías baldosas—, ya sabes que si no tengo alguien que me controlé, gastaré todo el dinero en comida chatarra.

Está bien —suelta un bufido de diversión—, te veo en cinco minutos.

Cuelga el teléfono y me largo a ponerme algo de ropa decente para poder salir lo más pronto posible, hasta que llevo puesto un calentador y el cabello estaba desastroso, por suerte no estaba tan sucio. Tras la última pelea que tuve con Felix en la tina me entra un poco de pánico ir a bañarme, pero sabía que debía hacerlo pronto. De tanto que mis ideas se movían de un lado al otro, la puerta suena y se va abriendo para dejar ver la silueta de Max.

—Andando. —me llama para poder tomar su brazo y poder bajar todas las escaleras.

La vieja costumbre, a él no le agradaban los espacios muy cerrados debido a su claustrofobia y eso quería decir que los ascensores eran parte de su peor pesadilla. Como el baño público en aquellos cubículos o hasta su propio baño. No hacía tanto relajo, ni se alteraba tan fácilmente, pero era mucho mejor ser cuidadosos con respecto a eso.

—¿Qué se supone que haremos el día de hoy?

—Tenemos la sesión de fotos y luego iremos donde tu mejor amiga. —se ríe cuando le voy un codazo al recalcar la palabra "mejor amiga" en la oración refiriéndose a Aria.

I am not a Lady [MAMP#2]Where stories live. Discover now