I am not a Lady [MAMP#2]

12. ¿Sueño o realidad?

CHARLIE

Vi como la aguja del elevador indicaba que solo faltaban dos pisos para llegar a la planta baja. Quería asegurarme de que nadie hiciera nada tonto, así que abrí la puerta y todos me quedaron mirando, pero solo pude ver a Jean y Felix, pronto descubrí a Max clavado tras la puerta, claramente estaba oyendo todo ya que no le di espacio para ver nada.

—Charlie, ¿qué pasa? —Jean se quiere acercar, pero debo hacer que se detenga.

—Oye —saco a Max de detrás de la puerta y lo pongo frente a mí—, si de verdad me quieres y soy lo más importante para ti, por favor... apóyame en esto.

Él sabía a lo que me estaba refiriendo. Tampoco era sorpresa ya que mi tono de voz se había debilitado por completo, pero de cierta forma pude hallar la forma de hablar sin titubear y eso le demostraba cuán importante era todo esto para mí.

El ascensor había llegado al lobby.

Sin más me abalancé a las gradas, pero las miradas confundidas de dos de ellos me dijeron que tenía tiempo.

—¿A dónde vas, mujer? —preguntó Felix.

—¡No me jodas, Charlie! —exclamó furioso Max—. ¡Regresa ahora mismo, maldición!

Aunque sabía que me quería mucho, era obvio que esa idea no le agradaba para nada.

—En verdad lo siento, pero yo no quiero esto.

Sigo corriendo lo más rápido que puedo por todas las escaleras que de un segundo al otro comenzaron a marearme por la velocidad con la que bajaba. Fue en ese momento que pude oír el estruendo del grito de Max que venía tras de mí, pero cuando la voz de Jean se hace presente tuve un segundo de calma al saber que alguien me estaba apoyando.

—¡Corre, Charlie! —eso fue un próspero grito de júbilo por parte de mi amiga.

—¡Alcanza tu prójimo! —la risa de Felix me estaban dando más ánimo de seguir adelante.

—¡Detente ahora mismo o te arrepentirás de las consecuencias! —gritaba Max tratando de escapar de mis dos amigos que lo pudieron haber custodiado.

Sentí que estaba mucho más cerca de lo que pensaba, pero... ¡Bingo! Noté la puerta de barrotes que terminaba las escaleras. Mi aura se alegró tanto cuando fui corriendo hacia ella para dejar cerrándola y bloquearla con lo primero que encontré, lo que fue una planta con su maceta. Esto debería servir como en las películas.

—¡Abre esta puerta justo ahora, Charlie!

Cuando volteé hacia él, me doy el gusto de hacer una pequeña reverencia y veo el cartel de primer piso. Ya faltaba uno más para poder llegar al final. De tanto que corrí, parecía que mis piernas se volvieron fideos y de la nada siento como pisé mal. Me vi rodando por las condenadas escaleras hasta llegar al final y no saben cuánto agradecí que nadie más me estuviera viendo en esa vergüenza.

Oigo un sonido que conocía... el elevador. Max estaba cerca.

—¡No es tiempo para dolor! —me dije en un susurró en alta voz, hasta que la puerta se abrió por completo.

Era ahora o nunca.

LIAM

El elevador ya llegaba a la parte baja, sentí una horrible presión en el pecho. Casi no podía quedarme sin hacer nada ante lo sucedido con Charlie, no podía, quisiera explicar el porqué de mi ida de su lado... Dios, como quería hacerlo, pero no sabía si eso era lo correcto por el momento por todo lo que estaba en contra de nosotros, aunque ella no lo supiera todavía. No deseaba perderla nuevamente y era por esa razón que ni siquiera había pensado en volver, me era doloroso ver el odio en sus ojos cuando estaban posados sobre mí. El tiempo pasó, ambos cambiamos y eso era lo habitual, pero dentro de mi corazón esperaba que ella tuviera una vida que le diera felicidad y así era, hasta que llegué para arruinarlo todo... Esperaba que no fuera de esa forma, no ahora. Estaba consciente de todo lo que pasaba, pero quería que fuera diferente.