I am not a Lady [MAMP#2]

16. Luz de sol

CHARLIE

¿Creen que las cosas pueden ponerse peor de lo que ya estaban? La respuesta era simple y cabía en una sola palabra: sí.

Liam se acerca a nosotros con un aire algo violento que logra hacer retroceder a su hermano. Sus miradas colisionan cuando están uno frente al otro. Me puse a pensar cómo es que los demás no se percataban de lo que estaba ocurriendo, fue cuando noté que Vero trataba de calmar a mis dos hermanos a la fuerza al ponerse de acuerdo en algunas cosas, en tanto que los demás decidieron observar la forma en cómo se desarrollaba la escena.

—¿Algún problema, hermano? —Drew sonríe de lado, pero noto esa intención de sacarlo de quicio.

—No lo sé —Liam camina viendo hacia el suelo y vuelve a su hermano—. ¿Lo hay?

No le dice nada, pero juro que ellos podían comunicarse con esas miradas tan frías y despectivas.

Quiero acabar preguntando todo en alta voz, pero justo cuando mi boca se abre, veo uno de mis muebles salir volando por el aire hacia el otro lado de la habitación.

—¡Max! —grito—. ¿¡Qué demonios pasa contigo!?

Mi hermano se queda estático ante mi tenaz y furioso grito.

—¡Baja ese mueble que no es tuyo!

Cuando entiendo que trataba de matar a un zancudo sé que debía contenerme, pero fue demasiado tarde. Tomé una de las frutas de madera que hacían de decoración en el centro de mi comedor y no dudo ni un segundo en arrebatarle un diente cuando se lo lancé en dirección al rostro. Aunque Max era bastante ágil, así que se burla de mí cuando lo logra evitar con un salto de lado, pero lo que no notó fue el truco de ilusión que hice con mis manos. Lo comprendió cuando otra de las frutas fue directo a su estómago, dejándolo sin una pizca de aire.

—Vaya tino —comenta Feliz, saliendo de la cocina.

—Vaya fuerza —le sigue Vero.

—Ya me dio miedo. Me largo de este lugar —le acaba de causar terror a mi querido amigo.

—¡Vamos, Felix! No seas gallina —Jean se abraza a él para evitar que salga—. Eres su amigo, no te hará ningún daño.

—¡Él es su hermano y mejor amigo! —me mira—. ¡Casi lo deja sin vida, míralo!

Efectivamente, no sabía cuánta fuerza usé en el tiro. Max seguía tendido en el suelo con los respectivos dolores y el rostro pálido, casi como un muerto. De ese hecho, la observación de Felix.

—Ya no me acordaba que lo más divertido pasaba cuando estaba contigo —Vero me abraza por la espalda y no duda en sonreírme.

—Si a esto le quieres llamar diversión. No son tus muebles lo que se estropea.

—Siempre te digo que te pagaré los daños —se escuda mi segundo hermano.

—Ajá. ¿Cuántas veces me has pagado de todas las destrucciones por tu maldita e incorregible locura?

—Ninguna.

—Me alegro oírte decir eso.

—Muy bien —Vero nos hace callar y pone a su primo en medio de la sala, a vista de todos nosotros—. Creo que Liam debe decirnos la verdad, ¿cierto?

Al parecer, Vero tampoco sabía lo ocurrido y dudaba que me lo ocultara. Es por eso que sabía que Drew y Liam estaban con toda la información en la punta de sus lenguas y ninguno se decidía por hablar, pero en ese momento la tentación me llamó más de lo que esperaba. Locas en pasarelas embrujadas, compañeros que desaparecen, tipos violadores. Estaba al borde de un colapso mental, así que mis palabras fueron de apoyo hacia la idea de que hablara. Con la mirada me quise disculpar, sabía que no era suficiente para él.