Narra Aysel
Una mañana había mucho ajetreo en el Harem y estaban sirviendo jugo y dulces en cada rincón.
Esto solo pasaba cuando algo muy importante había pasado.
-Maria que está sucediendo? Que se festeja hoy?- pregunté mientras tomaba un dulce para comerlo.
-Se nota que no te enteraste, Hurrem está embarazada- dijo ella muy emocionada.
-Quien es Hurrem?-
-Yo lo soy- me di la vuelta y vi a Alexandra con un rostro de felicidad y victoria -Mi nombre ahora es Hurrem, el mismo sultán me dio este nombre, además de que me convertí al Islam.
Me quedé en shocks por unos segundos.
-Vaya, pues muchas felicidades señorita Hurrem-
-Dentro de un tiempo, seré la sultana Hurrem, recuérdalo bien- yo solo sonreí ante sus palabras.
-Solo serás sultána si das a luz a un príncipe, por cierto felicidades por tu embarazo-
-Gracias y no te preocupes, daré a luz a un hermoso príncipe- dijo ella muy segura de si misma.
Los siguientes meses pasaron rápidamente, era divertido ver cómo Hurrem le exigía comida en específico a Sumbulag, como hablaba de su futuro hijo, a veces algunas concubinas celosas intentaban propasarse con ella, pero yo, Maria y la señorita Firial siempre la defendíamos.
Estábamos ambas caminando por jardín, por invitación de la sultana Hatice.
-Allah mediante quiera que des a luz a un príncipe muy pronto, rezaré para que eso sea posible- decía la sultana Hatice mientras caminábamos.
-Si me lo permite rezaré junto con usted sultana, para que el nuevo hijo del sultán tenga salud y larga vida- por nuestras palabras podía ver cómo el rostro de Hurrem se iluminaba de alegría.
El paseo iba bien hasta que nos cruzamos con alguien que a Hurrem no le agradaba mucho ver.
La sultana Mahidevran, junto con Gulsah estaban paseando por el jardín, y por desgracia nos vieron.
Debido a mí rango fui la única que se arrodilló ante la sultana Mahidevran.
-Sultana- dijo Mahidevran haciendo una reverencia para la sultana Hatice.
-Ya que estamos todas aquí, ordenaré que preparen la mesa afuera para comer, estoy segura que a mí madre le encantará la idea- ofreció la sultana Hatice.
-Disculpe sultana, pero debo rechazar su invitación, debo ir con mí príncipe, ya que hoy iremos a visitar al sultán- Mahidevran dijo esas últimas palabras mientras miraba a Hurrem, obviamente para darle celos.
Luego de esa situación, la Sultana Hatice ordenó preparar la mesa en el jardín para comer.
-Atención la sultana madre esta aquí!- con ese anuncio todas nos levantamos para dar a una reverencia a la sultana madre.
-Que buena idea tuviste al comer aquí Hatice, y dime Hurrem te estás cuidando bien, no me gustaría que el hijo del sultán nazca con mala salud- dijo la sultana madre.
-No debe preocuparse sultana, yo la cuido y encargo de todo lo que necesite-
-Muchas gracias Aysel, como siempre eres muy eficiente, siéntete afortunada de que Aysel este a tu lado Hurrem, sino fuera una de las concubinas favoritas del sultán, hace mucho tiempo la hubiera tenido como una de mis sirvientas- dijo la sultana madre, aunque sus palabras crearon un ambiente algo tenso, incluso aunque Hurrem tuviera al hijo del sultán en su vientre, la sultana madre me seguía prefiriendo y eso no le gustaba mucho a Hurrem.
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La Sultana Olvidada
RandomNiña, mujer, madre, sultana. Esos son los títulos que una mujer puede obtener en su vida si es inteligente y una devota súbdita de Allah. Su nombre se ha perdido en el tiempo, ya casi nadie recuerda a esa magnífica mujer, la protagonista de esta h...