Los nuevos miembros de la dinastía

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Narra Aysel

Después de que Hurrem me enfrentó aquella vez, me concentre en el bienestar de mí futuro hijo, en conseguir aliados y no ser impertinente y no enfrentar ni a Hurrem ni a nadie más, a no ser que sea sumamente necesario.

Debido a una campaña, el sultán  se fue del palacio a la guerra, provocando que Hurrem se quedará sola, antes ya habían intentado perjudicarla en ausencia del sultán, pero yo ahora debía pensar en mí y en mí hijo.

La sultana madre y la sultana Hatice, siempre que podían me visitaban e invitaban a pasar tiempo con ellas, era un poco agobiante, pero la sultana Hatice siempre me salvaba de todas las preguntas de la sultana madre.

Aunque Hurrem ahora estaba hecha a un lado, Mahidevran aún seguía desplazada ya que ahora la sultana madre se concentraba más en mí, cosa que ella odiaba y me lo recalcaba siempre con una mirada afilada que yo le devolvía, yo no permitiría que me tratara así.

Los meses pasaron, mí vientre crecía, y sentía cómo mí bebé se movía en mí interior.

Hurrem dio a luz antes que yo, dio a luz a una niña, mala señal para ella, ya que una regla del Harem es que si das a luz a una niña todos te verán como si fueras débil.

Me encontraba en el jardín con la sultana Hatice, estábamos sentadas, yo acariciaba mí vientre y cantaba una canción en mí lengua.

-Ojalá tengas un hermoso príncipe-

-Sea lo que sea lo amaré y creo que coincidimos en que su tía también lo amara- dije sonriendo y la sultana me devolvió la sonrisa.

-Atención, la sultana madre esta aquí!- con ayuda de la sultana Hatice nos levantamos haciendo una reverencia ante la llegada de la sultana madre.

Pero al hacer la reverencia sentí un dolor agudo en mí vientre, mí bebé ya venía en camino.

Al escuchar mí quejido de dolor, la sultana madre no perdió el tiempo y ordenó que me llevarán a los aposentos de la sultana Hatice que estaban más cerca, la partera llego enseguida.

-Puje señorita puje-

Hice caso a las palabras de la partera y empece a pujar.

Lo único que pude escuchar fue el llanto de mí bebé, pero debido al cansancio me quedé dormida.

Al despertarme la sultana Hatice y su fiel amiga Gulfem, ambas estaban al lado de la cama. 

-Y mi hijo?- pregunté mientras me sentaba en la cama. 

-Lo traerán enseguida Aysel-

Minutos después una nodriza apareció con un bebé en brazos, pero antes de dármelo otra nodriza entro también.

Yo miré la escena frente a mí con confusión, hasta que la sultana Hatice me explico lo que sucedía.

-Allah te ha bendecido con dos bebés Aysel- dijo la sultana Hatice.

Las nodrizas se acercaron a mí lentamente y yo acomode a mis dos bebés en mis brazos.

-Muchas felicidades por su hijo e hija, sultana Aysel- dijo Gulfem.

Estaba por agradecerle pero otra vez no entendí sus palabras.

-Aysel diste a luz a un príncipe, así que ahora eres una sultana-

Gulfem tenía razón, yo ahora era una sultana y madre de un príncipe.

Al saber que había despertado la sultana madre llego minutos después.

-Allah bendice a esta familia con más hijos, cuando me dijeron que diste a luz a un niño y una niña, empecé a rezar, agradeciéndole a Allah por este gran obsequio, ya que aún no sabemos cuándo volverá el sultán, no sé puede dejar a estos niños sin nombre-

La sultana madre, primero tomo en brazos a mí hija.

-Razille será tu nombre- la sultana madre me devolvió a mí amada Razille y tomo a mí hijo -Y tu nombre será Murad- la sultana me dejo estar con mis hijos a solas permitiendo alimentarlos y admirar las hermosuras que había traído al mundo.

A la mañana siguiente me desperté para ir a los aposentos de la sultana madre, las damas que me acompañaban tomaron a mis hijos, y pase por el Harem y sucedió algo que no me esperaba.

-Atención, la sultana Aysel está aquí!-

Mis oídos no fallaban, acababan de anunciar mí llegada, y al ver de reojo el Harem vi que todas las muchachas se habían acercado para hacer una reverencia.

La Sultana Olvidada Where stories live. Discover now