La protectora de la provincia

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Narrador Omnisciente

En la tarde, Aysel se encontraba en sus aposentos, leyendo varias cartas que le habían llegado.

Una de ellas era de Razille, confirmándole que Murad había llegado sin problemas a su palacio.

Y otra era de Ahmed, informándole que había recibido aquella visita de Rustem Pasha hace ya unas semanas algo que la dejo pensando.

Dejo las cartas de lado al ver qué Furkan entro a sus aposentos de manera apresurada.

-Furkan que sucede?- pregunto al verlo un tanto preocupado.

-Sultana necesito que salga al balcon, es urgente-

Aysel hizo caso a las palabras de Furkan, y pudo ver cómo los guardias estaban frente a la puerta del palacio intentando que varias mujeres no entrarán.

-¿Que está pasando Furkan? ¿Por qué están esas mujeres allí?-

-No lo se sultana, solo se que se reusan a irse hasta hablar con su alteza-

-Con Murad? ¿Por qué tendrían que hablar con el?-

-Intente hablar con ellas, pero empezaron a arrojar piedras y me fui, le indique a los guardias que las contuvieron hasta que usted ordenará que hacer con ellas-

-Sultana, su alteza dijo que no volvería hasta dentro de varios días del palacio de la sultana Razille, hasta planificar las estrategias que su magestad les ordeno hacer para la nueva Campaña, y por lo enojadas que se ven no creo que les guste esa respuesta a esas mujeres- dijo Azra a su lado.

Aysel se quedó pensando, nunca había tenido que enfrentar una situación parecida, y no podía hacer caso a las exigencias de aquella turba, ya que Murad no se encontraba allí, siguió pensando hasta que le ocurrió una forma pacífica de solucionar este altercado.

-Azra ve a la entrada, y dile a los guardias que dejen pasar a esas mujeres, las recibiré en el jardín-

Azra obedeció y bajo a las puertas del palacio, Aysel observaba todo desde el balcón de sus aposentos, tras indicarle a los guardias la orden de su sultana, las mujeres, que eran un gran número, siguieron a Azra hacia el jardín.

Todas las mujeres se acomodaron en el jardín, y en pocos minutos Aysel hizo acto de presencia.

-Atencion, la Sultana Aysel está aquí!-

Tras el anuncio de su presencia las mujeres hicieron reverencia, y Aysel se dirigió a ellas.

-Sean bienvenidas, me han dicho que exigen hablar con mí hijo el príncipe Murad, desafortunadamente no se encuentra presente, pero yo estoy aquí y estoy dispuesta a escucharlas, ¿que es lo que desean?-

Una de las mujeres se acercó hacia Aysel y levanto su cabeza.

-Sultana, hemos venido aquí para pedirle ayuda a su alteza, vera, lo que pasa es que Berker Pasha, ha estado cometiendo crimenes de corrupción, los impuestos están por los cielos, ya casi no podemos conseguir alimento debido a sus precios, varios de nuestros esposos han sido encerrados por sus deudas e incluso no han echado de nuestros hogares, por eso queremos pedirle al príncipe Murad su ayuda para la destitución inmediata y absoluta de Berker Pasha-

Aysel había escuchado nombrar a Berker Pasha, debido a las constantes rebeliones que habían estado sucediendo en diferentes provincias en el imperio, el sultán había enviado pashas a las provincias por precaución de que se desataran rebeliones, Berker Pasha había llegado hacia ya unos meses a la provincia de Murad, y era quién se encargaba de los impuestos de la provincia, pero jamás había imaginado que esos actos se estuvieran cometiendo.

La Sultana Olvidada Where stories live. Discover now