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Minho suspiró, pensando que su hermana ya debía estar harta por todo lo que le había hablado sobre Hyunjin. Un "pero ya sueltalo" o "te hace daño seguir contestandole los mensajes que te envía" no estarían de más, y quizá en algún punto de la conversación Minho sentiría que ella tenía razón, le diría que le iba a hacer caso y que iba a romper todo contacto que guardaba con Hyunjin, porque era consciente de que no andaría detrás de él para siempre, y que no merecía todo el amor y dedicación que era capaz de ofrecerle.

— Pero aun así... — murmuró tras el consejo de su hermana. Ella lo escuchó atentamente, pese a que sabía que su hermano pondría una nueva excusa. — No lo sé, noona... Quiero que me ame... No sé cómo explicarlo — suspiró, tocó el volante con su mano libre y cerró los ojos resignado. — Cuando estás con él... Quieres que te preste atención, quieres ser especial para él, quieres que él te considere especial, que te diga cosas bonitas y te mire... Te mire como si fueras lo único interesante en el mundo.

— Buscas su aprobación — concluyó Sana con seriedad. — ¿Has escuchado el término "daddy issues"?

— No es eso — aseguró el menor. — Sólo que... Hyunjin es ese tipo de persona. Es como una estrella, ¿sabes?

— Sólo estás enamorado. — sentenció la mayor, para acto seguido volver a su trabajo. — Espera a que se pase el encanto. Espera a que te enamores de alguien más. Sentirás exactamente lo mismo.

— No creo que me vuelva a pasar algo así...

— ¿Cuántos años tienes? ¿Cuarenta? — entonces soltó una risita, dejó de lado los papeles que había comenzado a revisar y se reclinó en su silla. — Respira, ¿okay? No es el fin del mundo. Vas a superarlo.

— ¿Cómo?

— Bueno... Ammm — miró el techo de su oficina unos segundos, como si la respuesta estuviera allí, en algún punto invisible que sólo ella podría encontrar. — Escuché que enfrentar la situación ayuda mucho. Deberías hablar con él, ser sincero. Dijiste que te canceló una cita que ya habían acordado hace un buen tiempo, ¿no es así? Y eso te enoja. Bueno, que lo sepa, y con esa furia: rompe todo contacto con él. ¿Podrás hacerlo? ¿Ahora sí?

— Supongo — soltó no tan convencido. — Cuando lo decida, te avisaré.

— Sí, claro — dijo Sana sin tenerle ni un gramo de fe. Fue entonces cuando volvió a revisar los documentos que aguardaban sobre su escritorio. — ¿Terminamos? Tengo una reunión en unos minutos.

— Sí, terminamos. Gracias, noona. — respondió con tono apresurado. A veces se olvidaba de que su hermana vivía con una agenda apretada. — Gracias otra vez.

— De acuerdo. — dijo ella sin problema. — Hablamos luego.

Cuando la llamada se cortó, Minho fue directamente a Instagram. Necesitaba despejar su mente, y ver publicaciones de sus artistas favoritos le ayudaba mucho a relajarse, por lo que podría pensar mejor. Sin embargo, sus ojos dieron a parar en la zona de las "Historias", en la cual estaban posicionados Han Jisung, Bang Chan y Seo ChangBin respectivamente. Pasó saliva, y aún vacilante, decidió ver lo que había publicado Jisung.

— Esa es...

Reconoció al instante la cocina en la que se encontraba en la fotografía, como si se hubiese tomado aquella foto ahí a propósito. En la siguiente Historia apareció una imagen grupal, en la cual reconoció a Changbin con una copa de vino y a Chan a su lado, pero también estaba un chico de hoyuelos que no había visto antes. Notó al instante que habían sido etiquetados. ¿Acaso eso también había sido a propósito?

Minho no pudo con la curiosidad e ingresó al perfil de aquel chico nuevo.

— Yang Jeong In... — susurró su nombre, como si quisiera memorizarlo. — Yang Jeong In.

Primera hoja de otoño 🍁| MINJEONGWhere stories live. Discover now