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Estando en el museo, se habían mantenido en completo silencio, a excepción de las veces que Minho le decía: "por aquí" o "¿Continuamos por esta parte?". Jeongin suspiró y habló de una vez para romper esa pared que ellos mismos habían construido.

— Está bien. — se detuvo y ambos se miraron fijamente — Seungmin se sintió algo inseguro con la presencia de Felix. Dice que es demasiado atractivo y entiende por qué Hyunjin pudo enamorarse de él. También dijo que..

— Puedes detenerte. — lo interrumpió y pasó saliva — Ahora ya no estoy interesado en eso. Mejor háblame de ti.

— No tienes que hacer eso. — sentenció Yang y se cruzó de brazos. — No me gusta que lo hagas. No estás siendo genuino y eso me exaspera. Sólo admite que te acercaste a mí porque soy el mejor amigo de Seungmin, el nuevo interés de Hyunjin. El día que nos conocimos en la cafetería te mentí, lo sabes, yo ya había escuchado de ti, sé lo que has hecho y...

— Yang — volvió a cortarlo a media frase. — Está mal que creas todo lo que escuchas. Si quieres que sea sincero, puedo serlo, pero al menos dame la oportunidad. Olvida todo lo que has escuchado sobre mí y escúchame a mí.

Jeongin se planteó la idea en su cabeza, estaba evaluando si realmente valía la pena hacer eso. ¿Minho era alguien que de verdad valía la pena?

— Bueno. — apenas aceptó, Minho le ofreció su mano, por lo que Yang dejó caer sus brazos a sus costados y le correspondió tras unos segundos de indecisión — ¿A dónde vamos?

— Confía en mí.

Se alejaron de las personas y llegaron a una zona solitaria del museo. Era un lindo jardín invadido por decenas de mariposas y flores de todos los colores. Una vez ahí, se soltaron de las manos y Minho se humedeció los labios. Yang hizo puños, aún sintiendo el cálido tacto de la mano de Minho en su piel. Tras ello, y antes de que el mayor pudiera hablar, Jeongin sintió que las mariposas se posaban sobre su cabellera, por lo que no pudo evitar sonreír y mirar a su alrededor asombrado.

Minho vió su sonrisa, vió los rayos del sol de invierno caer sobre la cabellera y el rostro de Jeongin, pudo notar sus hoyuelos y el brillo de sus ojos... Yang era realmente hermoso.

— Este museo es increíble — comentó el menor, quiso acercarse a las flores, pero recordó el porqué llegó ahí en primer lugar. — Ya puedes ser sincero conmigo.

— ¿De verdad te gusta el museo?

— ¿Mm?

Minho negó con su cabeza. Había querido preguntarle eso desde que llegaron, pero ese no era el momento.

— Yang... Es cierto que al principio sólo fuiste el amigo de Seungmin que podía brindarme información de cómo estaba llevando Hyunjin su nueva relación. En ese entonces quise destruirla, me sentía frustrado y confundido, y de alguna forma vi lo mismo en ti ese día en la cafetería, pero — tragó saliva y bajó la mirada — luego empecé a buscarte a ti, por quien eras. No te conozco mucho, sin embargo, sé que eres una buena persona...

— Estás sacando conclusiones apresuradas. Yo he hecho muchas cosas de las que me arrepiento y...

— Yang — se acercó a él y tocó sus brazos, miró fijamente sus ojos y sonrió — A veces las personas buenas se equivocan o hacen daño. No siempre las malas acciones te hacen una mala persona, eso te lo puedo asegurar.

— Aun así no tienes razones para pensar así de mí.

— Te preocupas por Seungmin, quieres que sea feliz aunque ya no pase el mismo tiempo contigo; además, me llevaste algo de comer aquella noche cuando estaba solo y con hambre, me dejaste dormir en tu casa sin conocerme bien, y me abriste tu corazón al contarme tu historia personal esa noche. Eres muy sincero, verdadero, real... — sus manos se deslizaron hasta tocar sus mejillas, sus rostros se aproximaron un poco más. — Veo en tus ojos que tienes mucho amor para dar, pero te da miedo. Tu corazón no es una roca, tampoco está hecho de hielo, en realidad esa capa gruesa de escarcha es tu escudo, ¿no es así?

Primera hoja de otoño 🍁| MINJEONGWhere stories live. Discover now