• ༄ 15 ༄ •

84 16 20
                                    

21 de enero

Por alguna razón no podía dejar de pensar en Minho, y la situación empeoraba cuando recibía un mensaje suyo que le preguntaba dónde estaba.

Ya llevaban cuatro días en la casa de los padres de Seungmin. Ellos siempre fueron compresivos con la situación familiar de Yang, así que no había problema alguno al quedarse allí. Lo que preocupaba a Jeongin era el estado de Seungmin.

— ¿Por qué no comes? — le preguntó súbitamente. Los señores Kim también miraron a su hijo. Seungmin pareció volver a la realidad y dejó de jugar con la cuchara y su sopa. — No te he visto comer bien estos días.

— Siento un nudo en la garganta que me impide comer — fue sincero. Mantuvo la mirada clavada en la mesa, porque sentía que si miraba a alguno de ellos podría romperse a llorar. — Iré a mi habitación... Lo siento.

De repente su celular comenzó a vibrar. Cuando vio la pantalla, Jeongin que estaba sentado a su lado, también pudo ver el nombre de quien lo estaba llamando. Ese era Hyunjin. Al ver el rostro de Seungmin pudo confirmar sus sospechas.

— Disculpen — dicho ello colgó la llamada y se fue rápidamente.

— ¿Estará enfermo? — preguntó la señora Kim preocupada. — Estos días lo he visto deprimido. No sonríe como antes, no hace las bromas de siempre y no hace ni el más mínimo intento por hacer reír a Jeonginnie.

— ¿Seungmin sabe que tu madre te golpeó? — cuestionó el señor Kim.

— No — dejó su cuchara sobre una servilleta y suspiró — Y aunque lo supiera, no se pondría así, al contrario, haría todo lo posible por animarme. Es algo más. Pero no se preocupen, yo me encargo. — se puso de pie y le brindó una sonrisa agradecida. — Gracias por la cena. Iré a hablar con él.

Dio un par de toques en la puerta y luego ingresó. Notó que Seungmin se limpiaba las mejillas rápidamente, por lo que se acercó a él y lo abrazó con fuerza. Al principio el mayor se resistió, pero finalmente sus músculos se relajaron y se dejó abrazar.

— Lo siento, Jeongin — dijo con la voz quebrada — Debería estar pensando en ti, pero no puedo dejar de pensar en él. Soy un mal amigo, un horrible amigo — cubrió su rostro con ambas manos, mientras Yang rodeaba su cuerpo con sus brazos y apoyaba su mejilla sobre la cabeza de Seungmin. — Lo siento... No puedo dejar de extrañarlo, lo siento...

— Deja de decir tonterías. ¿Por qué te disculpas? Es normal que extrañes a tu novio, Seungbabo — tras ello tomó el rostro de su amigo entre sus manos y miró sus ojos fijamente — ¿Qué pasó? ¿Acaso discutieron? ¿Es eso?

— La noche que llegamos aquí... Escuché a mis padres hablar en la sala. Ellos creían que estaba durmiendo en mi habitación, pero estaba ahí y los escuché hablar de tus heridas. Tu madre te golpeó otra vez, ¿no es así?

— Seungmin...

Al parecer haría todo lo posible por desviarse de aquel tema.

— Es mi culpa. Debí ver tu mensaje antes. Lo siento mucho, Jeongin — esta vez quien rodeó con sus brazos al otro fue Seungmin. Ambos lloraron como niños pequeños mientras se mantenían aferrados. — Me duele mucho que hayas tenido que pasar por todo eso solo otra vez. Se suponía que debía cuidarte. Debí estar ahí contigo... Lo siento tanto, mi Jeonginnie.

— No es tu culpa, no es tu culpa que mi mamá sea una mierda de persona, no es tu culpa — le dijo Yang entre lágrimas. — No renuncies a lo que te hace feliz por mí... No renuncies a Hwang Hyunjin por mi culpa. No hagas eso. Mereces ser feliz, te lo digo en serio. Si no hablas con él cuando regresemos, no te lo voy a perdonar.

Primera hoja de otoño 🍁| MINJEONGWhere stories live. Discover now