La Villana Es Realmente Mala

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- "¡Aléjate de mí! ¿¡Cómo te atreves a tocarme!?"- el hombre exclamó furioso mientras se alejaba de la menor- "¡Caballeros, lleven a esta niña a un orfanato! ¡Estamos en medio de una guerra! ¡No tenemos tiempo para esto!

La niña escuchó los pasos de los guardias y salió corriendo del lugar, afortunadamente logró tomar la billetera de aquel noble antes de aquel alboroto.

No pudo evitar un suspiro al abrirla y encontrar solo unas cuantas monedas. Parece que el hombre no era tan rico como aparentaba.

'Pan'

Aun si no sabía leer y escribir, conocía el color y el dibujo de la moneda que necesitaba para comprar una hogaza de pan. La dueña de la panadería era una vieja que solía venderle hogazas ya duras pero comestibles que le duraban unas dos semanas.

'Le diré a Nana' La niña daba pequeños saltos a través de las calles sucias de los barrios bajos, hace mucho tiempo que había dejado de temerle a los vagabundos y borrachos de aquel lugar. Ahora aquellas personas la saludaban y cuidaban de su espalda mientras regresaba a casa.

- "Nana" - la niña entró gritando para ir a lado de su hermana que se encontraba acostada en la cama. El color de aquella mujer era pálido no había ningún rasgo de músculo en su cuerpo, lucía como si su piel estuviera aferrada a sus huesos sin nada de intermedio, además que una pequeña capa de sudor cubría todas sus extremidades- "¡Conseguí que nos vendiera una hogaza más!"- la niña dejó la bolsa encima del único mueble de la habitación y tomó un recipiente para llenarlo con agua de la lluvia- "Hoy tuve que alejarme un poco de los límites establecidos, hay muchos soldados en la capital ¿Cuánto crees que dure todo esto? Ya ha pasado siete meses desde que el Emperador dio su charla acerca de cómo nos enfrentamos a un país vecino"- la niña se arrodilló en frente de la cama mientras humedeció un paño y lo colocó encima en la frente de su hermana- "¿Cuándo crees que vuelva papá? Ya ha pasado un tiempo desde que lo llevaron los caballeros"

- "Gertrude"- la pequeña mira a su hermana que se estremeció solo por tener que hablar- "Gertrude"

- "¡No hables!"- dice la niña en tono de regañando-"No debes gastar tu energía, mejor come un poco"

La niña se levanta del suelo pero antes de que pueda caminar un leve peso se posa en su mano ¿Por qué el peso de una mano era tan débil hasta para que una niña lo notará?

- "No..no.. desperdicies ..."

- "¡NO!"- exclamó la niña con lágrimas en los ojos, ya habían tenido esta conversación antes- "¡Papá siempre decía que si comes te pondrás mejor!"

- "Sabes.. que no.. "

- "¡Papa tiene que verte cuando vuelva!"

-" ¡GERTRUDE!"- desde que su padre se fue, su hermana nunca le había alzado la voz- "Escucha mis palabras"

La niña negó con la cabeza mientras lagrimas se derraman por su rostro.

- "Papa vendrá, te pondrás mejor"

Su hermana la atrae con demasiada facilidad para alguien en su condición. La niña se coloca cuidadosamente en la cama y aprieta la mano de su hermana negándose a verla.

- "Promete.. que cuidaras.. de ti"- dijo su hermana sin aliento- "Te quiero, mi dulce Gertrude"

La niña negó con la cabeza mientras sintió que su corazón se hacía añicos.

- "Cuando.. no ..esté...Vete de aquí"- continuó su hermana sin ser consciente que cada palabra era más dolorosa que la primera- "Busca.. ayuda.. hay monasterios que toman a las niñas de tu edad"