Cap. 6 ༄

52 17 8
                                    

Un año después de la muerte de Casandra; continue con mis estudios ya nada me importaba más que mis estudios, destacaba en todas las materias como el mejor de toda la universidad, también en natación me uní 1 año después de lo que había pasado era realmente bueno, había representado en múltiples ocasiones a la universidad llevándome el 1 lugar en todas las veces, entrenaba todos los días en el lago me daba una profunda paz estar ahí me había vuelto más popular de lo que ya era.

Pero hacía falta algo la emoción y pasión al hacer las cosas, todo lo veía como si nada me importara. Solo eran simples notas y premios.

—Buenos días Jake -escuche una voz de una chica, voltee la mirada era Nadia.

—¿Cómo estas Jake? supe, que has destacado en todo eres genial dijo con una sonrisa.

—Gracias sonreí falsamente, aunque mi mirada pareciera perdida no le había prestado mucha atención.

—Adiós... me di la vuelta y caminé para irme a mi casa, dejando atrás a Nadia muy desconcertada y preocupada.

Subí a mi coche di marcha y Sali de la universidad, no se la verdad en que estaba pensando, pero mi mente y corazón dominaron mi cuerpo. Llevándome aquel lugar donde nos entregamos en cuerpo y alma con mi amada me daba una paz profunda y a la vez un poco de melancolía.

Estacione mi auto y baje, cerré mis ojos y sentí una brisa fresca. Me dio un poco de paz no hasta que sentí rodar por mis mejillas unas lágrimas.

Mis piernas se doblaron y caí hincado, sobre el césped golpeando con ambas manos.

—¿Por qué lo hiciste Casandra porqué? ¡maldita sea!, mi voz era una mezcla de enojo y tristeza. -Hace tiempo te prometí que saldría adelante qué destacaría en todo lo he hecho. -¡Pero de que mierda me sirve si no te tengo a mi lado!

—Como te extraño princesa me recosté en el césped, cerré mis ojos y brotaron más lágrimas los abrí de reojo. Vi a mi princesa recostada a mi lado, era tan hermosa resplandecía como los rayos de sol.

—Me alegra mi amor que sigas adelante, siempre he estado hay contigo en cada uno de tus logros, pero por favor no estes tan triste no seas tan frio con las personas se feliz.

—Nunca seré feliz ya nada me importa princesa, te has llevado mi vida me dejaste muerto en vida, sollozó...

—¡Qué mierda! abrí mis ojos y desperté con lágrimas en mis ojos, ya era de noche estaba tirado en el césped, fue solo un sueño, pero parecía tan real.

Me levante y mire a la hermosa luna, el paisaje se veía hermoso el lago reflejaba a la luna y las montañas resplandecía a la luz de la misma.

—Seguiré adelante te lo prometo princesa, pero no me volveré a enamorar, siempre seré tuyo y de nadie más pase mis manos sobre mis mejillas limpiando las lágrimas.

Subí a mi auto me dirige a mi casa, he hice lo que habitualmente eran mis días, Sali de la ducha me senté en mi escritorio, hice mis tareas me tiré a la cama mirando al techo.

Cerré mis ojos y se me vino de nuevo a la mente su carita. Joder era tan hermosa creo que nunca podré olvidarte sonreí coloque mi mano en mi corazón me dejaste hecho pedazos, pero aun así nunca te dejare a amar siempre te amare por toda la eternidad...

DÍA PRESENTE

Me levanté de mi cama hice lo de siempre, subí a mi auto vi a la pequeña Cathy.

Ella me daba confianza y un poco de felicidad, la cuidaba mucho era como mi hermanita que nunca tuve la protegía demasiado.

—¡¡Holaa gatitaa!! Sonreí, vamos sube llegaremos tarde.

Volver a Verte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora