VI

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— ¡GYU!, finalmente llegaste.

— ¿Ya cenaste, Tyunnie?

— Sí, pero cuéntame cómo te fue con tu cita.

— Es realmente un chico increíble, creo que las cosas podrían funcionar y yo… No sé, me emociona, pero me asusta, no puedo evitarlo.

— Gyu, yo…

— Está bien, sé que no debería decir estas cosas. Me voy a descansar, te quiero.

— Te quiero…





No había podido dormir del todo bien la noche anterior, estaba tan emocionado después de su cita que su mente se mantuvo activa con imágenes de Beomgyu toda la noche y para colmo, aún seguía perdido en sus pensamientos, tanto así que no pudo evitar saltar cuando un grito entro por sus oídos.

— SOOOOOBINNNNN

— Yeonjun, estoy literalmente al lado tuyo. No tienes que gritar.

— Perdón — dijo un poco avergonzado — es qué estás in another planet.

— ¿Qué pasa?

— Ning estuvo buscando nuevo personal, ya sabes que al taller últimamente le va de maravilla, por lo que está siendo demasiado pesado con solo nosotros tres, así que decidí contratar a dos personas más

— Ya veo, pero no tienes que contarme esto. Eres el dueño, Jun.

— Lo sé, pero eres mi hermano. Tú eres parte de mi familia junto con Kai, así que quise hacerlo.

El pelinegro sonrió nostálgico, nunca se imaginó tener amigos y una vida tan tranquila, pero desde que salió del orfanato las cosas poco a poco fueron mejorando para él en todos los aspectos. Se levantó del viejo sofá qué estaba en la caseta de descanso del taller, siendo seguido por Yeonjun.

— Vamos entonces, quiero conocerlos.

Cuando llegaron a la caja registradora, Huening Kai se acercó a ellos junto con los nuevos colegas.

— Chicos, ellos son Jungwon y Ni-ki los nuevos trabajadores en el taller.

— Un gusto, soy Soobin y él es Yeonjun.

— Él es nuestro jefe — intervino nuevamente Kai señalando al último nombrado. Los desconocidos abrieron los ojos con asombro seguidamente de una reverencia como muestra de respeto a su superior, seguramente pensaban que el dueño del lugar sería alguien un poco más mayor.

— Por favor, levanten la cabeza — suspiro el pelirrojo empezando a sentirse un poco incómodo con la formalidad — Yo también soy su colega, así que hablemos como iguales, ¿Bien?

— si señor — contestaron los chicos un poco tensos recibiendo una mirada divertida por parte de Soobin.

— Bueno, entonces hora de trabajar.

— ¡Oh!, Jun — hablo rápidamente el pelinegro - mmm, ¿Puedo hacer una llamada antes de empezar? Será rápida.

— Mmm, ¿será que llamaras a un rubio de ojos cielo?

— Por favor — sonrió inocentemente — será rápido, solo lo saludaré.

— Ay, Dios, estos niños enamorados de hoy en día — se burló de su amigo por lo cambiado que estaba últimamente. Sin embargo, se sentía feliz de que finalmente encontrará a alguien con quien empezará a tener interés de compartir su vida — bien, que sea rápido.

— Sí, señor.





Tenía la mirada perdida en el techo mientras esperaba que llegara su encargo, había decidido ver un maratón de películas con su hermano luego de varios intentos fallidos en dormir bien la noche anterior, necesitaba despejar un poco su mente de tantas inseguridades y también de ese descarado corredor, por su culpa su cara era un completo tómate cada cinco segundos. Y como si lo hubiera estado invocando, su celular sonó avisando la llamada de alguien, justamente del pelinegro.

— Hola.

— Beomgyu, ¿Qué tal dormiste?

— Terrible, todo es tu culpa.

Una carcajada se escuchó desde el otro lado de la línea — ¿Mi culpa? ¿Has pensado en mí toda la noche? — Beomgyu casi lo podia ver sonreír triunfante mientras decía aquellas palabras.

— Mmm, puede ser.

— Yo también.

— ¿Tú también qué?

— No puedo dejar de pensar en ti.

— Yo…

— Me tengo que ir, me están llamando.

— Está bien, cuídate.

La llamada se cortó e instintivamente su mirada termino en un auto de juguete que estaba sobre la mesa — ja, eres jodidamente adorable Choi Soobin — no pudo evitar sonreír al recordar nuevamente la imagen del mayor, quizás no sería tan malo arriesgarse.

Golden Angel - soogyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora