Golden Angel - soogyu

VII

Viernes en la tarde, finalmente su segunda cita. Hoy conocería de saludo a la familia de Beomgyu, por lo que se sentía ligeramente nervioso mientras estacionaba su vehículo frente a la dirección que el rubio le había dado.

— Jodida mierda, esto no es una casa, es una puta mansión.

Se acercó a tocar el timbre mientras trataba de respirar correctamente, estaba tan concentrado en eso que no se dio cuenta cuando la puerta fue abierta y dio un pequeño salto antes de mirar al chico frente a él. Cabellos grises, ojos grandes y azules como los del chico de sus suspiros, bastante atractivo.

— Hola, ¿En qué puedo ayudarte? — preguntó Taehyun tratando de fingir que no sabía quién era el chico.

— Mmm, ¿Está es la casa de Beomgyu?

— Así es, ¡GYU, TE BUSCAN!

— Gracias.

— No es nada, supongo que eres su cita.

— Así es.

— Soy su hermano, un gusto conocerte…

— Soobin, Choi Soobin.

— Un gusto, Choi Soobin. Me llamo Taehyun.

Ambos se sonrieron por cortesía mientras un lindo rubio bajaba corriendo las escaleras, siendo seguido por su abuelo.

— Soobin, hola.

— Hola, Beomgyu. Buenas tardes, señor.

— Hola, wow - el viejo abuelo Kim lo examinó por unos segundos y luego volteo a ver a su nieto con una sonrisa pícara en el rostro - oye, Gyu. Sí que es lindo tu novio.

— Abuelo, no es mi novio…

— Todavía no - intervino Soobin - pero espero que en algún momento pueda serlo.

— Bien, nos vamos. Adiós Tyunnie, adiós abuelo.

El pelinegro soltó una carcajada cuando vio la causa de la prisa que tenía el rubio, su cara estaba tan roja que seguramente si su abuelo y su hermano lo hubieran visto se burlarían del todo un año. Ambos subieron al auto y se dirigieron al parque de diversiones mientras escuchaban música por el camino, una cosa nueva que habían logrado descubrir es que ambos tenían gustos similares.

— Bien, llegamos, lindo.

— ¿Qué vamos a hacer?

— Subir a las atracciones, obvio.

— Entonces, ¿Podemos empezar con los carros chocantes?

— Yes, princess.

Pasaron toda la tarde en las distintas atracciones del lugar, logrando acercarse un poco más en el juego de los dardos, puesto que Soobin tenía una puntería pésima, así perdió el juego y no pudo evitar hacer una mini rabieta cuando Beomgyu logro dar a todos y gano el premio mayor. El rubio se burló de él mientras le daba un pequeño beso en la mejilla, prometió compensar la derrota del contrario comprando algo para él y así fue como terminaron agarrados de las manos mirando figuritas de anime que vendían en uno de los puestos.

— No sé cuál escoger, me gustan todas.

— Entonces te las compraré todas.

El pelinegro casi se atraganta de la sorpresa - ¿Qué? - era una broma, ¿No? ¿Beomgyu realmente tenía tanto dinero?

— Qué te las compro todas.

— No es necesario.

— ¿Se puede con tarjeta? — preguntó el rubio a la dueña del local, quien también lo miraba de forma extraña mientras asentía. Fue aún más la sorpresa tanto para ella como para el acompañante del chico cuando esté saco una black card de su billetera — Bien, nos llevamos todo.

— Beomgyu, yo no…

— Silencio, tú me invitaste a dos citas costeadas por ti, quiero darte algo también.

— Está bien.

Esperaron unos minutos a qué terminarán de empacar todo en dos cajas distintas, luego la mujer se acercó a Soobin con las cajas en sus manos tratando de no caerse — Aquí está todo, tiene un novio realmente lindo.

— Lo sé, muchas gracias.

— Gracias a ustedes, adiós.

Bueno, ahora como le explicaría a sus amigos de dónde saco todo ese montón de figuras costosas.