Golden Angel - soogyu

IX

— ¡HOLA! — Se acercaron el trío de amigos siendo liderados por Kai — Soy, Huening Kai, Kai para los amigos y él es mi novio, Yeonjun.

— Hola — dijo Yeonjun mientras estiraba su mano en dirección a los hermanos, quienes respondieron el saludo.

— Soy Beomgyu, un gusto.

— Taehyun, un gusto conocerlos.

— Vaya, qué guapos son — volvió a intervenir el castaño — se quedarán a la fiesta, ¿Verdad?

— Sí — respondió Soobin — me prometieron que se quedarían.

Terminaron las carreras y al igual que sus amigos, Beomgyu ganó la suya. Se dirigieron los cinco a la discoteca que quedaba cerca de la pista y pidieron una que otra botella de alcohol, siendo todo pagado por los hermanos.

— Vaya, nunca había probado este whisky - dijo el pelirrojo del grupo - Ustedes dos son mis nuevos mejores amigos millonarios.

— Eres un aprovechado, Jun.

— No sé dé que hablas, Soobin.

— Por cierto, ¿A qué se dedican ustedes? — preguntó Huening Kai.

— Mmm, nosotros somos desempleados
ahora mismo — respondió el rubio de los hermanos — estamos terminando nuestros estudios para heredar los negocios de la familia.

— Ya veo, ¡OH! ESTÁ SONANDO BRITNEY SPEARS, ¡VAMOS A BAILAR!

La pista de baile no demoró en llenarse, se podían ver los cuerpos pegados al ritmo de la música, un ambiente relajado y adictivo. Soobin se acercó de forma lenta e instintiva a la espalda de Beomgyu colocando sus grandes manos en las caderas del chico.

Mientras se movian al ritmo de la música sintió la necesidad de pegar su rostro al cuello contrario mientras le susurraba palabras bonitas, podía escuchar al rubio suspirar y sentir como se tensaba ante el contacto con aquella zona. Luego la sorpresa fue para el pelinegro cuando Beomgyu volteo para quedar frente a frente y junto sus rostros a una distancia casi inexistente de sus labios mientras pasaba sus brazos por el cuello del corredor.

— Beomgyu…

— ¿Qué pasa, emperador?

— Déjame besarte.

—Hazl…

No termino de responder completamente cuando los labios hambrientos de Soobin atacaron los suyos, casi inmediatamente le siguió el ritmo al pelinegro mientras sentia como este sonreía mediante el beso. Era un beso lento, pero sofocante, se daba a notar el sentimiento del deseo carnal y afectivo de ambos lados, hasta que se separaron unos segundos por la falta de oxígeno mientras se miraban a los ojos con una nueva sensación de por medio y entonces volvieron a unir sus labios, pero está vez de una forma más dulce, como si quisieran expresar lo que sus ojos acababan de decir.

— Beomgyu — susurro el corredor una vez se separaron y juntaron sus frentes — déjame conquistarte y convertirte en mi familia.

El rubio sonrió de forma dulce ante la petición — claro que sí, mi guapo emperador.

Esa noche se creó algo más lindo que solo la atracción, se creó un sentimiento nuevo entre ambos jóvenes y sus amigos fueron testigos de esto mientras les tomaban fotos de forma discreta y hacían chistes sobre el pelinegro.