Capítulo 21

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15 de Octubre del 2024

Londres, Inglaterra

Melody

Esto es una locura. 

Miro alrededor sentada en mi asiento, pero no cualquier asiento. ¡Un asiento de avión! Logan había insistido en que no iba a gastar nada de mis ahorros en ir a verlo a Canadá, y aquí estoy, sentada en primera clase con un mesero preguntándome si quiero una copa de vino.

—¿Cuánto cuesta una copa? —murmuro, tímida. Me trataban como si fuera famosa o algo por el estilo, porque cada cinco minutos iban y me preguntaban si me sentía cómoda o si necesitaba algo.

—Son 50 dolares —trago saliva al escuchar el precio tan alto, no tenía tanto dinero como para comprar una copa chica de vino. Nunca había estado en primera clase, pero vaya que es demasiado caro. 

—Mierda, no gra... —voy a negarme, porque es demasiado caro, pero el mesero carraspea, interrumpiéndome. 

—No se preocupe, el señor Hall pidió que la trataramos con comodidad y que no se tratara de negar a nada porque todo corre a cuenta de él.  De hecho el contrató a varios de los que estamos trabajando en este avión solo para usted, para que se sienta con comodidad —habló colocando una copa en la mesita de mi lado. 

Mi asiento era de los más lujosos, pienso yo. Era como una habitación que constaba de un asiento bastante comodo, paredes a mi alrededor blancas, al costado derecho una mesita y portavasos, y enfrente mío una television bastante grande con luces led alrededor de ella. 

Agarro mi celular y tecleo hacia Logan:

Melody
Esto es una locura. Me tratan como si fuera su todo. 

Logan 
Luego me agradeces ;). 
Tengo que irme, voy a ir a entrenar con un amigo antes de que llegues. 

El mesero después de llenarme la copa de vino desaparece de mi visiónn y yo solo recuesto mi cabeza en el asiento y prendo la televisión, me asomo por la ventanilla para ver las nubes y no dudo en tomarle una foto, llevaba una hora de vuelo y ya estaba agotada. 

Coloco mi película favorita, a dos metros de ti y llamo al mesero mediante un botón que había en la mesita y en menos de un minuto ya estaba preguntádome si todo estaba bien.

—¿Tiene palomitas? —sonrío viéndolo. El mesero asiente mientras apunta algo en un Ipad.   

—Claro, ¿también gusta algun apreitivo? Tenemos langosta, carne, sushi.

—Sushi esta bien. 

Me concentro en la película y minutos después llega el mesero con una charola, y coloca en la mesita un plato con sushi y un bowl de palomitas de mantequilla en otro. Y sabía delicioso. 

—Gracias —agradezco metiéndome un par de palomitas a la boca.

Al terminarme la comida llega de nuevo el mesero preguntando sobre si podia retirar los platos vacíos, y luego pregunta si quiero recostar mi asiento para convertirlo a cama. Y minutos después me encuentro acostada soltando lagrimas silenciosas viendo el final de la película.  

Siempre lloro con el final, es inevitable. Al mirar los créditos decido que voy a dormir un poco deseando ya ver a Logan. 

[...]

Toronto, Canadá

Salgo de las puertas de aterrizaje con mi maleta en mano buscando a Alex, ya que, Logan me había mandado un mensaje diciendo que no podía recogerme porque seguía entrenando con su amigo, pero que Alex me recogería y me llevaría al hotel. 

SerendipiaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant