0053 | perder

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martina
☆   ☆   ☆

En la mañana desperté sola y comencé hacer mi rutina hasta que en mitad del desayuno apareció Olivia recién despierta y se sentó al lado de mi mamá a desayunar con nosotras.

–Ahora vamos a ir con Valu, vos te vas a quedar con ella, ¿Sabés? En unos días ya vamos a estar juntas de nuevo —la miro mientras está sentada en frente mío.

–No —niega con la cabeza.

–Tenes que ir con ella, Oli...

–No quiero.

No llora pero está a punto, así que doy vuelta a la mesa, la alzo y se queda ahí, con su cabeza en mi hombro.

–Dale Oli, vamos con Valu... después vas a estar con papá.

–Martina, la nena está llorando... no podés mandarla así —habla mi mamá mirándola.

–Pero yo no decido eso, es cosa de Enzo.

–¿Pero no sé da cuenta como se pone la hija? Llamalo ahora, que solucione esto porque la nena no puede irse así.

No quiero molestarlo pero tampoco quiero que su hija llore porque la están obligando a ir a un lugar que no quiere con personas que tampoco conoce.

Igualmente lo llamo y apenas atiende no dejo que salude y arranco a hablar.

–Enzo, ya se que te estoy jodiendo porque estás ahí pero Olivia hace un rato ya está llorando porque no quiere irse con la otra... no sé que hacer.

–Martina, ¿Cómo me vas a joder?

Él y la costumbre de llamarme así cuando está a punto de enojarse porque yo digo una boludes así.

–Ya le dije a la otra que va ir, va a romper las bolas.

–Ya sé, pero está llorando y no quiere ir... no podés obligarla.

–Ahi te hago video llamada.

Corta y al instante vuelve a llamar.

–Oli, hija.

–Mirá, es tu papá.

Con mi mano libre le muestro como está y no hay manera de que ella lo mire y le haga caso, diga lo que diga no le da atención y solo niega con su cabeza.

–Ahi voy, Mar, esperá.

Corta y yo dejo el celular en la mesa. Mi mamá no dice absolutamente nada más que besarle la frente a la nena.

–Ahora viene tu papá para verte un ratito —digo mientras le acaricio la espalda—. No llores.

–No quiero ir con Valu —dice mirándome y sacándose el chupete.

–Bueno, no llores más.

Le lavo la cara y la peino, porque ya se despeinó toda, y vuelvo a alzarla.

Enzo llega, con ropa de entrenamiento lo que me hace saber que salió prácticamente corriendo del predio, y alza a su hija para luego saludarme a mi, a mis hermanos y a mi mamá.

Olivia ve a su padre y automáticamente vuelve a llorar. Solo la miro, porque antes ya había parado y hasta se reía.

–¿Por qué no querés ir? —Enzo la mira.

–No.

–¿Pero porqué no querés ir?

–Valu no, ma... Marti.

–¿Con Marti te querés quedar? —Enzo la mira y la nena asiento a lo que él me mira nuevamente—. Pero ella no es tu mamá.

Mi mamá sale de la cocina pasando sus manos por los ojos y nos quedamos los tres solos, ellos juntos y yo alejada mirándolos.

iconic ; enzo fernandezWhere stories live. Discover now