0078 | chelsea

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martina
☆   ☆   ☆

Otra vez yo. No me extrañaron pero volví.

Hace literalmente años que el Barça no se enfrenta al Chelsea y justo este año, y en esta fecha, se tendrán que cruzar. Lo preocupante son las personas que van a enfrentarse y la manera en la que van a volar pelotazos que nada tendrán que ver con el juego y patadas con el propósito de lastimar al otro por querer hacerlo

Con Madison, mi fiel compañera, llegamos a la cancha en Londres y tomamos nuestros lugares en las gradas con la camiseta del Barcelona porque obviamente yo nada tengo que hacer con la del contrario y no me la hubiese puesto ni aunque Enzo me lo hubiese pedido en caso de estar juntos. Prefiero pelear a abandonar a mi club.

Cuando salen a pre calentar mi mirada se situa en Enzo y en sus movimientos. ¿Existirá alguien más tarada que yo como para perder al propósito a ese hombre? Yo creo que no, porque a nadie le falla tanto la cabeza como a mi.

Al terminar la entrada en calor vuelven a sus respectivos vestuarios y no se porque pero yo quiero morir, de risa y de ganas de que ninguno, o uno, no juegue para evitar todo.

–¿Quién le va a pegar a quién? —Madi me mira.

–A Marc no le importa Enzo y a Enzo si... así que lo más suave que va hacer es quebrarlo.

–¡¿Te imaginas?!

–Igual, tampoco asi... pero seguro vuelen patadas.

–Sin sentido, porque la culpa de él no es... pero bueno, así son ellos.

Exactamente. Aunque Marc no tenga la culpa de lo que pasó estoy segura de que Enzo si lo detesta.

–¿Leo te dijo? —Madison habla luego de unos minutos y yo niego con la cabeza—. Se mudó.

–¿Dónde se mudó?

–Dejó a Camila.

Y por qué yo recien me entero de esto.

–¿Cuando fue esto?

–Hace dos días creo... pero me contó Paulo, con él no hablo.

–¿Y pensas volver?

–Después de lo que me hizo pasar no... lo quiero mucho y no tengo problema en compartir algo con él, pero no volver.

La abrazo de lado y ella queda conmigo hasta que se separa.

Cuando salen al campo de juego, a Enzo casi que se le ilumina la cara cuando ve a Gavi que hasta un abrazo le da... distinto con Marc que le esquiva el saludo quien niega con la cabeza riendo para seguir saludando al resto que si le acepta el saludo. Y ahí juntos la diferencia de altura es grande, Enzo que bajo claramente no es queda con una cabeza menos al lado de Marc... imagínense yo al lado de cualquiera de ellos.

El silbato resonó y el juego comenzó.

El partido avanzaba y la tensión en el campo se intensificaba. Ambos se cruzaban en jugadas cruciales, cada uno intentando imponer su dominio sobre el otro.

–Esto termina mal —dice Madison mirando el campo.

–Lo que falta es eso... Enzo no puede simplemente jugar.

–Y no, lo entiendo... yo también quisiera matarlo aunque él no tenga la culpa.

–Callate vos qué cuando Camila te agarró te tuve que defender yo.

–Es que yo estaba cobrando muy bajo ese día... si pasa ahora yo le hago frente.

La miro riendo y ella igual.

Enzo, que es más grande de cuerpo que el otro, parece frustrado por la situación y no tardó en responder con un choque por la pelota en el que ambos jugadores terminaron en el suelo, intercambiando palabras que ni siquiera quiero imaginar que se dicen. Los árbitros y los compañeros de equipo intervienen rápidamente para evitar que la situación escale aún más. Y eso que recién vamos 30 minutos.

–Se pelean por vos —Madison me mira apenas termina el primer tiempo.

–Uno más pelotudo que el otro.

–No mires ahora... pero dos filas atrás hay un gato con la camiseta de Enzo que es la misma que ví que siguió en Instagram hace una semana.

Obvio no hago caso e inmediatamente doy media vuelta para mirar a la cierta bajo los insultos de Madison por ser tan obvia.

–Fiero gato se consiguió.

–¿Que es fiero?

–Groncha, villera, fea... todo eso junto.

–Que mala sos... tenés que saber que nadie te va a superar.

–Eso ya lo sé... pero bajó el nivel igual, una semana les doy.

Ella solo ríe y nos quedamos esperando que el partido continúe.

La segunda parte continuó con intensidad. Ambos ahora más centrados en el juego y no en pelear, demostraron su habilidad y compromiso con sus respectivos equipos. Sin embargo, el marcador se mantuvo igualado hasta los últimos minutos del segundo tiempo.

En un último esfuerzo por parte de mi equipo, lograron un gol de cabeza tras un tiro de esquina, ganando el partido. El estadio estalló en ovaciones y aplausos mientras los jugadores celebran y cierto jugador del Chelsea solo miraba con bronca.

A medida que avanzaba el juego, los enfrentamientos entre ambos se intensificaron. Cada vez que se encontraban en disputa por la pelota, las entradas eran más agresivas y peor los insultos que se deben tirar. Todo al pedo porque a nada los va a llevar.

Finalmente, el pitido final del árbitro marcó el final del partido. El marcador mostraba al equipo español como ganador, pero la atmósfera estaba tensa y cargada de emociones no resueltas. Enzo y Marc, aún con miradas desafiantes y mala cara por parte del mayor, no se saludaron a pesar de que si estuvieron cara a cara mientras los otros se saludaban de lo mejor.

iconic ; enzo fernandezWhere stories live. Discover now