La Esposa del Diablo¹ [Saga Sangre Maldita]

5

— La casa es muy hermosa— afirme mientras bajaba del jet.

— Me alegra que te guste— me abrazo por la espalda, para besarme en el hombro.

— Hay que entrar a la casa, asi podre probar mis trajes de baño— pedí caminando con mis maletas en direccion a la casa.

— Como guste, Señora Wells— asintió y camino junto a mi

Entramos a la casa y era demasiado elegante por dentro, a lo lejos pude ver que había un patio muy inmenso con una alberca igual de grande. Quería observar más de la casa, así que decidí subir a nuestro cuarto, pero cuando iba a pisar el primer escalón, escuché que Kian gritó mi nombre.

— Espera no subas, yo te cargare— me tomo entre sus brazos y me levantántó

— ¿Porque haces esto?— pregunte riendo

— Bueno, porque este viaje es como nuestra luna de miel y me he percatado de que los humanos hacen esto, es como una tradición— explicó Kian mirándome

— Si, es algo así como una tradición— asentí— Pero también hay otra tradicion en la luna de miel— puse mi mano sobre su mejilla y me acerqué para besarlo apasionadamente

Kian se aparto y no tardo en subirnos al cuarto, el lugar estaba lleno de pétalos, algo me decía que Kian ya sabia lo que pasaría.

Él me dejó sobre la cama, y subió sobre mi lentamente, para quedar ambos recostados. Sus manos recorrieron mi cuerpo hasta detenerse por debajo de mi espalda, en donde desabrocho mi vestido, conforme lo jalaba para quitarlo dejaba pequeños besos en mi abdomen. Lanzó la prenda de ropa al piso, y volvió a subir hasta quedar cara a cara, se acercó lentamente a mis labios para besarme lenta pero apasionadamente. Kian paso sus manos por mis senos y bajo hasta mi feminidad, quito mis bragas y metió uno de sus dedos, para después comenzar a moverlo rápidamente.

De nuevo, volvió a subir, tomó mis manos y las subió por sobre mi cabeza mientras me besaba, se acomodó sobre mi, sin hacer mucha presión y comenzó a introducir su miembro dentro de mi feminidad, haciéndolo rápidamente,  haciéndome gemir. Cada vez la velocidad incrementaba, después de un rato llegamos al clímax y nos recostamos en la cama.

— Por todos los demonios, eres fabulosa— Kian hadeo— Nunca había tenido una esposa como tu.

— Eso puedo notarlo— lo mire— ¿Y como soy yo?— pregunte pasando una mano por su pecho.

— Eres única y ninguna me había demostrado cariño como tu lo haces— miro hacia el techo algo confundido.

Realmente parecía que Kian decía la verdad, pero de algún modo aún me parecía raro escucharlo del mismo Diablo, el ser sobrenatural que podría y puede tener a todas las mujeres que quiera.

— Creo que debo de aclarar algo— me senté en la cama, enrollando mi cuerpo con la sabana— Kian, yo no te quiero.

Él me miro con un semblante serio.¿Entonces por que estas conmigo?.

— ¿De verdad me preguntas eso? Estoy contigo porque no tuve otra opcion en el restaurante— mala elección de palabras de mi parte— Pero con el paso del tiempo pude ver que te amo— agregue acercándome para besarlo.

Kian me miro con los ojos entre cerrados.— Yo también te amo—  siguió el beso.

Volví a acomodarme junto a Kian, miraba por la ventana, desde el gran balcón se veía el mar, el agua era cristalina y el atardecer era perfecto.

— Creo que hay que ir a la playa un rato, quiero usar mis trajes de baño— dije mordiendo mi labio.

— Esa es una excelente idea— asintió Kian sonriendo

Salí de la cama y me adentre al baño para darme una ducha entes de ir a la playa, algunos minutos después de mi ducha, me coloque un traje de baño color esmeralda. Salí del baño y pude notar que Kian ya no estaba en el cuarto, así que decidí ir a la playa. Tome mis cosas, salí de la habitación y me encaminé por las escaleras hasta llegar a la puerta de la entrada, salí de la casa y camine hasta las sillas que había cerca del mar, sobre la arena.

El sol estaba en su punto adecuado y el agua al igual que las olas, se veian tranquilas. Decidí poner mis cosas en la arena y entrar al mar, ya con algunos minutos dentro me parecía extraño no ver aún a Kian.