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Despues de notar que el no estába decidí seguir en el agua un poco más de tiempo, hasta que pude verlo, venía hacia mi, caminando en la arena, llegó en cuestión de segundos

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Despues de notar que el no estába decidí seguir en el agua un poco más de tiempo, hasta que pude verlo, venía hacia mi, caminando en la arena, llegó en cuestión de segundos.

— Estoy de vuelta— dijo besándome.

— ¿Donde estabas?— cureosie pasando mis manos por su cabello.

— Resolviendo asuntos de allá abajo— respondió Kian cargándome en el agua.

— ¿Allá abajo?— abrí mis ojos como platos— ¿Hablas de...?.

— Así es, el infierno— asintió levemente— Había algunos problemas con las almas nuevas.

Pase una mano por mi cabello.— Es demasiado hablar de esto y que sea real— confesé negando.

— Lo sé, y te sorprendería ver como es ese lugar, es oscuro, las almas sufren con terribles torturas y...— se detuvo al ver mi expresión.

— Eso es demasiado—parpade asombrada, pero con algo de miedo— ¿Yo iré a ese lugar?— cureosie sin dejar de mirarlo.

— No, tu y yo tenemos un respaldo para eso. Ventajas de ser el Diablo— Kian me giño un ojo.

— ¿Porque no nos divertimos?— me aparte de su agarre.

Kian me miro atento.— ¿Que tienes en mente?— levanto sus cejas

— Hagamos una carrera— dije como toda una niña— Sin trampas con usar poderes sobrenaturales— adverti comenzando a nadar.

A pesar de que estaba segura de que Kian no hacía trampa, el era más alto que yo, por lo tanto nadaba más rápido. Él salió primero del mar, yo seguí en lo mío, pero algo pasó, mi pie se atoro con algo bajo el agua y me hundí. Mire hacia abajo, talvez había un hilo de alguna red, pero lo que vi me dejo helada.
Un grito salió de mi, era una especie de humano, su cuerpo estaba cubierto de negro y me jalaba hacia las profundidades.

Sentí como me desvanecía al no poder respirar, pero en tan solo un parpadeo pude ver a Kian junto a mi, me tomo por la cintura y como si se lo ordenara, esa criatura me soltó. No podía respirar, no aguantaría a llegar a ma superficie y eso Kian lo noto, así que no teletrssnporto a la arena.

Una cantidad cuestionable de agua salió por mi boca.— ¿Lauren?— Kian me llamó.

— ¿Que fue eso?— cuestione con dificultad.

— Era un Fevrok— respondió revisando mi tobillo— Son seres enviados por...— Kian se detuvo, su mirada era preocupante— Son enviados por brujas oscuras.

— ¿Brujas?— dije con un tono de seriedad— No hablas enserió, ¿verdad?— pregunte con una presión en el pecho.

— Lauren, mira con quien te casaste— me observo por unos segundos— Lamento haberte elegido, no quiero que esto vuelva a pasar— comentó Kian  cargándome— Nos llevare a la casa.

Él nos teletrasnporto hasta la casa, en donde me dejo en el sillón de la sala, mientras que iba por algo a la cocina.

Kian volvió con algo en las manos, sostenía lo que parecía ser un tazón con dibujos poco claros. Lo colocó sobre la mesa y se sentó frente a mi.

— No deberían de molestar al diablo— murmuró con un semblante molesto.

— ¿Kian?— lo llame, al ver como todo se oscurecia, las nubes cubrían el sol.

— Voy a llegar al fondo de esto, lo prometo Lauren— Kian me miro, su cara tenia cicatrices y sus ojos eran de un tono muy oscuro.

Kian tomo un pequeño cuchillo que había dentro del tazón, lo paso por sobre su mano y dejo caer la sangre en el contenedor.

Él cerró sus ojos y puso sus manos sobre el tazón.— Morphium Demonicemus— dijo con una voz atemorizante.

Una llama de fuego salió del tazón y voces extrañas que solo Kian entendía de lograban escuchar.
Algunos minutos después, bajo el tazón y salió de la sala en dirección a la habitación en el segundo piso.

Me levante como pude y lo seguí.— Kian, ¿Qué ocurre?— pregunte a lo lejos.

Kian salió de la habitación y se detuvo frente a mi.— Tengo que resolver este asunto, en el infierno no saben que bruja invoco al Fevrok y si no lo sé, tú no estás a salvo— respondió con prisa y pasó junto a mi.

— Espera ¿Ni siquiera vas a considerar lo que pienso?, crei que por ser el diablo eras el más poderoso— dije pensativa

Kian se detuvo y me miro.— No lo entenderías— negó— Somos muchos seres en el mundo, yo puedo ser poderoso, pero existen algunos que son peligrosos, por eso tengo que encargarme de esto y te necesito en casa, a salvo— se acercó y beso mi frente.

No podía cuestionar a Kian, así que opte por bajar a la sala, sabía que con un chasquido el podía arreglar todo y lo permití, pues el tobillo me dolía a causa de la marca que esa cosa me había dejado.

La Esposa del Diablo¹ [Saga Sangre Maldita]Where stories live. Discover now