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Llegué a mi boutique y comenze a buscar algún vestido, uno adecuado para el baile de hoy, necesitaba algo que cubriera mi vientre, busque en el almacén de atrás y logre encontrarlo, un vestido color rojo, con una elegante máscara dorada con tonos ...

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Llegué a mi boutique y comenze a buscar algún vestido, uno adecuado para el baile de hoy, necesitaba algo que cubriera mi vientre, busque en el almacén de atrás y logre encontrarlo, un vestido color rojo, con una elegante máscara dorada con tonos rojos. Sin demorarme mucho tome las cosas y ne encaminé al vestidor, me arregle con rapidez.

Tiempo después espués Evan pasó por mi, crei que el camino seria rapido y sin incomodidades, pero en el camino él pregunto algo.

— Lauren, solo quiero saber si....¿seguirás siendo mi novia?- pregunto sin dejar de mirar el camino.

— Lo lamento, Evan, pero creo que ambos sabemos la respuesta— solté un leve suspiro.

Seguimos nuestro camino a la fiesta, al llegar entramos y fui directo con los diososes, alejándome de Evan.

La Diosa Celeste me miraba con una leve sonrisa.— Te vez tan preciosa.

— Miren quién está allá— hablo Tristan, mirando a lo lejos.

— Es él— dije nerviosa.

— Lauren, no estés nerviosa, este es tu momento— ella tomo mi mano— Mira ya dejo a su esposa en una de las mesas, es tu momento de ir a los aperitivos y hablar con Kian— apuro dándome un leve empujó en la espalda.

— Claro, gracias Diosa Mildra— asentí con prisa.

Camine hacia donde se encontraba Kian, me detuve frente a la mesa y tome un aperitivo, él aún no notaba mi presencia, pues pues girarse choco conmigo.

— Disculpame— me miro con atención.

— No hay nada de que disculparse— dije limpiando mi vestido ya que algo de morusa había caído.

Kian paso una mano por su cabello.— Que forma tan mala de conocer gente— sonrió apenado— Soy Kian Wells o como todos me conocen aquí, el Diablo.

— Mucho gusto, Señor Wells— salude y estreche su mano, en ese momento sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo.

— ¿Te conozco de algún lugar?— preguntó mirándome directo a los ojos.

— Me parece que lo recordarias— sonreí— Pero, ¿porque mejor no platicamos? Me pareces alguien interesante

Kian asintió.— Si, me parece bien— su semblante se volvió serio, pues a pesar de ser una buena persona, era el Diablo, tenía que verse temible.

Empecé a platicar con él, de una cosa a otra, llegamos al tema que más me importaba, el tema de las esposas que había tenido.

— Y dime, ¿Alguna vez amaste a alguna de tus esposas?— cureosie— Ya que we dice que el Diablo no puede amar.

— La verdad es que eso es mentira, tuve una y  fue a la única que he amado— él semblante serio y seco que tenía, cambió a uno de tristeza.

— ¿Enserio? ¿Y que le pasó? ¿Porque no sigues casado con ella?— pregunte causando algo de molestia en su mirar.

— Ella no me amo— dijo con un tono de   coraje.

— ¿Y tu aún la amas?— lo mire atenta.

— Si, aún la amo, aunque se que no volveré a saber de ella y que no me recuerda— respondió desviando la mirada.

Mire a lo lejos a Caroline y después lo mire a Kian.— ¿Te puedo hacer una última pregunta?— dije poniendo mi mano sobre su hombro.

Kian volvió su vista hasta mi.— Si claro.

— Si pudieras hacer el ritual y volver con ella ¿Lo harías?— ambos nos miramos por unos segundos.

— Claro que lo haría, pero eso es imposible— negó a la brevedad.

—Se muchas cosas, Kian. Y te dire que puedes tener por seguro que no lo es— sonreí levemente— Ahora, si me permites, vuelvo en un momento.

Camine rápido en dirección a los dioses, para poder decirles que todo había salido bien.

— Querida Lauren, ya está todo listo sólo tienes que pasar al escenario con nosotros— comentó la Diosa Celeste, apenas me vio llegar.

— Sólo haré una última pregunta, ¿Estas consiente de que esto se está haciendo por primera vez en la historia?- el Dios Tristan me miro obvio.

Asentí.— Si, Dios Tristán, lo sé.

— Además, si te hacemos volver con Kian, será para siempre— informo la Diosa Celeste mirándome atenta— ¿Realmente lo amas tanto para pasar toda la eternidad con él?.

— Si, toda mi vida, no me importa— dije sonriendo.

— Entonces me parece que es hora, ven con nosotros— pidió el Dios Lucas, para comenzar a subir al escenario.

La Esposa del Diablo¹ [Saga Sangre Maldita]Where stories live. Discover now