Capítulo 14

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El silencio era insoportable, mi mente solo pensaba en las posibilidades de lo que estaría haciendo si no estuviera aquí, y todas ellas se reducían a estar acostado sobre mi cama, lamentándome de todo, claro.

Mi vista iba de un rincón a otro, desde los pequeños portarretratos, los cuales no les podía ver la fotografía, que estaban en su escritorio hasta el gran reloj que colgaba en la pared que estaba justamente en frente de mí. La zuela de mis zapatos golpeaban el suelo con desesperación, fue mala idea haber fumado un rollo de marihuana antes de venir por primera vez a este lugar.

Jugueteaba con mis dientes el pequeño aro de mental que atravesaba mi labio inferior, aún recordaba el jodido regaño que había recibido de mi madre al verme con eso, por suerte y obra del destino, papá solo me lanzó una mirada fulminante seguido de volcar los ojos, cansado de mi actitud y sin importarle tanto lo que hacía con mi cuerpo.

Me la pasé un día entero pidiéndole perdón a mamá.

Al final, ella se rindió de estar insistiéndome en que me lo quitara y lo aceptó haciéndome prometerle que no me perforaría más, yo había soltado un suspiro de reproche y asentí. No podía ir en su contra, no cuando era quien más cuidaba de mí.

Le mientes, pequeño imbécil. Gritó mi subconsciente.

La puerta de la oficina se abrió y mi vista fue directamente hacia esa dirección, enarqué una ceja al ver a la mujer pelinegra entrar y disculparse mientras sujetaba con fuerzas un montón de hojas. Yo no hice ningún gesto o sonido, solo seguí cada uno de sus movimientos con mi vista, dejó a un lado la diminuta pila de papeles y tomó asiento, sujetó su tabla y leyó para después dirigir sus ojos hacia mí.

—Buenas tardes, Luke— saludó, regalándome una sonrisa no tan exagerada, lo primero que pude notar, fueron sus ojos azules, pero algo oscuros.

—Blodie— pronuncié ladeando mi cabeza.

—No— negó riendo—, es Bonnie, mi nombre es Bonnie.

Yo enarqué una ceja y mejoré mi postura en el asiento. Ella seguía con la sonrisa, tratando de transmitirme un poco de confianza y tranquilidad.

—Según yo, es Blodie— insistí—. Es Blodie Weigel, ¿no?

—Ese es mi apellido, pero no mi nombre— aclaró su garganta y arrastró un poco hacia adelante su silla para quedar cerca del escritorio—. Tal vez leíste mal, pero soy Bonnie, lo puedes ver aquí— ella acomodó mejor una placa que había en el escritorio, dándome acceso a leer lo que decía.

Bonnie Weigel.

Mis ojos siguieron sobre su nombre unos segundos más hasta que los conecté con los de ella, relamí mis labios y solté un suspiro.

—De acuerdo— mascullé y reí en voz baja—, ¿que haremos el día de hoy, Blodie?

A la mujer no pareció molestarle en lo absoluto mi inútil insistencia con decirle de otra forma, y desde ese momento supe que no era una persona a quien la podía sacar de sus casillas con facilidad, tendría que esforzarme un poco mejor.

Soltó una risa llena de humor y empezó a hojear unas cuantas cosas, escribió algo con un lapicero negro y quitó algunas cosas, dándole un lugar a todo en un espacio muy a parte para así poner sus brazos sobre el escritorio.

—Muy bien, Luke, puedes decirme así si gustas, si aquello te hace sentir en una zona de confort, adelante. No me voy a quejar de que me llames de esa forma, hasta parece un poco entretenido, tienes una gran imaginación, chico— indicó—. Ahora, respondiéndote, haremos una ronda de preguntas, pero antes de eso, te daré dos hojas blancas, en una vas escribirme todo lo que te gusta y en la otra harás algún dibujo.

ANTES DE ELLA © #3  [✔] Nueva versión próximamente en físico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora