Te amo, quizá no es para tanto, pero es para siempre.

Capítulo 1

 Estaba muy agotada por el viaje, lo único que quería hacer era dormir. Me acosté en la que sería mi nueva cama por un largo tiempo. Las sabanas eran de algodón con flores de distintos colores, el cojín era muy bombacho y cómodo, el colchón era algo duro y rechinaba cuando me movía. Puse mi cabeza en el cojín y me quede mirando al techo, los pensamientos me invadieron, recordé que mi familia contaba conmigo, mis padres habían invertido mucho dinero en mi educación y en este momento yo tenía que demostrarles que podía sobrevivir sola en Europa, tenía que salir de la universidad siendo la mejor cirujana pediatra, y claro sin salirme del camino en que ellos me habían puesto. También recordé que no sería nada fácil pues esta universidad era exclusiva para personas con un alto nivel económico y la verdadera historia era que yo no tenía ninguna fortuna en la tierra, mis padres eran Mexicanos y ambos venían de una familia humilde, yo tuve que aprender a mi temprana edad a ganar becas y oportunidades que mis papas no podían darme.

La puerta se abrió de un golpe, era mi nueva compañera de habitación, tenía su cabello rubio, era lacia y no tenía muy largo el cabello, era delgada y muy simpática, llevaba puesto un short rosado muy corto y una blusa gris que le quedaba de ombliguera.

-¿Tú debes ser mi nueva compañera cierto?- dijo con una sonrisa

-sí, mi nombre es Elizabeth- dije un poco tímida.

Me daba gusto saber que me había tocado con una chica agradable y que se veía limpia, tenía un tocador con muchos perfumes, cajitas de maquillajes, esmaltes para uñas, cremas y mascarillas, etc. Pero todo tenía un fabuloso orden. Junto a su cama tenía un mueble el cual estaba lleno de fotos con un joven muy apuesto, en las fotos podía notar que se querían mucho así que no dude en que fuera su novio.

-¿ya recorriste toda la universidad?- dijo mientras se quitaba los zapatos

- en realidad acabo de llegar hace un par de horas, y estaba muy cansada.

-¿te parece si mañana te doy un tour? Así podrás conocer las instalaciones y a algunos de mis amigos y no perderás tiempo, pues mañana es día de descanso.

- si me encantaría. Por cierto ¿cuál es tu nombre?- dije recordando que no lo había mencionado.

-jajaja claro, soy una tonta, me llamo Elaisa, soy hija del director del mejor hospital del país y como adivinaras estoy estudiando medicina.

-wow que interesante Elaisa, pues mucho gusto y de antemano te digo que no te daré molestias.

¿Wow? ¿Enserio había dicho eso? Ellos están acostumbrados a convivir con personas ricas, tenía que empezar a acostumbrarme a tratar con ese tipo de personas.

Toda la tarde me la había pasado desempacando y organizando mi horario, por lo que la noche llegó muy rápido. Me metí al baño para ponerme mi pijama que todavía tenía el aroma a mi hogar y aún seguía la mancha de chocolate que la noche pasada mi hermanito me había marcado.

Me vi en el espejo, observé mis delineadas cejas, mis ojos color cafés se veían agotados, mi piel estaba blanca y resaltaba el rojo de mis mejillas y mis labios, mis pestañas estaban enchinadas y pintadas, mi cabello estaba amarrado en un moño mal hecho, con un listón azul. Abrí la llave del agua caliente y dejé que cayera en mis manos para después echármela en la cara.

Salí del baño lista para dormir, mi pijama era una chaqueta y un pantalón rosados con algunas lunas color plata. Me hice una trenza de lado y me puse mis pantuflas.

-te ves divina, ahora vámonos - dijo Elaisa cuando me vio, llevaba puesto un camisón azul marino que enseñaban sus largas piernas y sus delicados brazos. Al centro tenía un moñito hecho de listón, su cabello estaba suelto y sus labios eran muy rojos.