Capítulo 4

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-¿Señorita Elizabeth? – dijo un señor con uniforme - firme aquí por favor.

Cuando firmé me entregó 6 cajas de regalo, todas eran diferentes, una era color plata con rayas rosadas, otra era completamente rosada, algunas otras tenía decoraciones como corazones etc.

Yo estaba muy confundida, al principio pensé que en realidad eran para Elaisa pero recordé que el señor había mencionado mi nombre.

Después de unos minutos de observar bien las cajas me percaté que en cada tapa venia una letra, así que decidí ordenarlas hasta que forme una pablara "á b r e l a"

Elaisa llegó en pijama a preguntar quién había tocado, así que le mostré las cajas de regalo.

-madre mía ¡ábrelas!

-ábrelas en orden – dijo Rob levantándose del sillón en el que se había dormido.

-¿a qué te refieres en orden?, ¿tienes algo que ver con esto? – dije confundida pero a la vez muy emocionada.

-se podría decir, que sé que es lo que es, y quien lo hizo. Primero abre la "a" y luego la "b" y así hasta la otra "a"

Obedecí a Rob y abrí la primera, no podía creer lo que estaba viendo, mi corazón se aceleró muchísimo, mis manos comenzaron a temblar y en mi garganta sentí el deseo de gritar

-Elizabeth ¿qué es? No me dejes así, me va a dar un infarto de curiosidad.

Ahí en esa caja estaba doblado uno de los vestidos que me había probado con Tay la tarde anterior, lo saqué lentamente y me di cuenta que no era un sueño, era real

-no inventes es un vestido hermoso, seguramente te quedará genial.

-créeme, me queda genial

-abre la otra

Deje el vestido en un sillón tratándolo con delicadeza, abrí la otra caja y estaba otro de los vestidos que Tay había escogido para mí. Me lo acerque al rostro y olía a aquella boutique.

-Otro vestido, maldita sea, están hermosos.

Seguí sacando los otros hasta que llegue a la letra "l" me di cuenta que eran todos los vestidos que me había probado, estaban en el mismo orden en el que me los había puesto.

-amiga llevo la cuenta total y créeme hasta ahorita van 2000 dólares, abre el ultimo.

-si vamos ábrelo - dijo Rob sonriendo emocionado.

El último era más grande.

Cuando lo abrí vi un sobre muy grande, el cual decía mi nombre y tenía un sello de cera con figura de corazón, saque de la caja el sobre intentando no ver lo que venía en la caja, pues estaría segura que el destinatario lo hubiera deseado así, que primero leyera la carta:

Elizabeth:

Espero que hasta el momento te esté gustando la sorpresa, ayer que te vi con esos vestidos estaba decidido a comprarte uno, pero me di cuenta que con los 5 te veías hermosa. No dudé ni por un momento en gastar mi dinero en tu felicidad. Probablemente mi primera impresión no fue muy agradable gracias a algunos comentarios, pero yo quiero que me conozcas verdaderamente, quiero poder brindarte confianza, a ninguna chica le he dicho esto, y sabes por qué, porque tú eres diferentes a las demás, quizá al principio no era ni principal objetivo conocerte pero ahora ese es mi único objetivo en esta vida, conocerte mejor. Espero que me des esa oportunidad, prometo no fallar. Como ya te había mencionado con esos vestidos me conquistaste al instante, por lo que me gustaría que esos vestidos los usaras en cada una de las citas a las que hoy mismo pienso invitarte a lo largo de esta semana. Pero como ya te habrás dado cuenta esta caja es más grande que las demás, y esto se debe a que este es el último vestido que te probaste, y es el vestido que quiero que uses para ir al baile conmigo, por favor acepta este humilde regalo y esta sencilla invitación, sé que con vestidos no te puedo convencer así que también me atreví a comprarte unas zapatillas, y no me preguntes como logre atinarle a tu número. Como no estaba seguro si eso sería suficiente te compré un collar que supongo combina perfecto con el vestido y tus ojos. Por favor no lo dudes más y ve conmigo al baile, prometo que será una noche inolvidable. Solo debes aceptar.

Te amo, quizá  no es para tanto, pero es para siempre.Where stories live. Discover now