Capítulo 5

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Eran ya las diez y yo estaba aún en camino a la entrada del campus, mi alarma no había sonado y me había quedado dormida. Ya estaba llegando cuando un coche se estaciona a lado mío.

-sabía que llegarías tarde – era Tay conduciendo su lamborghini murciélago, en el cual yo ya me había subido una vez. Iba vestido de un pants color gris con una camisa blanca pegada, su cabello como de costumbre esta alborotado pero a la vez se le veía muy bien, también llevaba unas gafas color negras y en su boca tenía un chicle.

-que es lo que te sucede, por que traes ese vestido, esos te los compre para cuando vayamos a cenar a un lugar lujoso, no para ir a comprar un esmoquin.

-¿es una broma? – dije sorprendida

-jajaja si obvio que es una broma, te vez fabulosa – yo sonreí, pues sabía que nuestra amistad seria llena de bromas y eso me gusto, pues ya habíamos salido de la zona de amigos pero desconocidos

-jajajaja muy chistoso.

Me subí al coche en la parte de adelante. Sonrió al verme sentada junto a él y se puso en marcha, salió del campus y acelero con fuerza.

-¡estás loco! Será mejor que me ponga esta cosa – dije poniéndome el cinturón de seguridad.

-ponte cómoda por que no comprare mi atuendo en estas tiendas.

-¿entonces a donde iremos?

-iremos cerca de Londres, hay una tien...

-¡¡¡ ¿qué?!!! No no no, como vamos a salir de la ciudad.

-de hecho si lo haremos, anda, te va a encantar.

No podía creer que estuviera a punto de salir de la ciudad, mi corazón iba más rápido que el coche, y mis manos temblaban.

-relájate, no te voy a secuestrar, te vas a divertir.

Respiré hondo y me tranquilicé, decidí prender el estéreo y poner un poco de música, al instante empezó a sonar i wouldn't mind, esa canción hizo que el terror e inseguridad solo pasaran a ser un sentimiento de aventura y calma.

-esa canción es la mejor ¿no?

-eso creo – dije mirando la carretera.

Desde el cristal pude ver que Tay me miraba cálidamente y sonreía. Mi corazón palpito rápido, pero no era de terror si no que era un sentimiento de paz combinado con felicidad, mi piel se puso chinita y mi corazón tembló. Regresé la mirada a Tay y le sonreí. Él se sintió satisfecho y regresó la mirada al camino.

El camino fué largo pero con Tay me sentía cómoda, platicábamos y reíamos.

-hace mucho que no salgo de Brixton Hill, la última vez fue cuando, ya sabes...

-no tienes que hablar de esto, enserio, lo respeto.

-no, creo que si quiero hacerlo, por primera vez quiero hacerlo, la última vez que salí fue cuando fui a buscar a Raquel a su casa, sabes, ya no me duele decirlo. Cuando regresé a Brixton Hill no era el mismo, ya no iba a ninguna fiesta, no asistía a clases, me la pasaba en mi cuarto preguntándome que iba a ser de mi vida. Lloraba todas las noches abrazando la blusa que tenia de ella y aun tenia impregnado su perfume, pero lo que hacía todas las noches era llamar a su celular y escuchar su buzón de voz. Pasaron varios meses, Rob y Elaisa fueron muy buenos conmigo, se preocupaban por mí pero yo no lo apreciaba. Una noche llorando me di cuenta de que Raquel no volvería nunca más así que tome mi coche y me fui a The Perdition, esa noche me embriague como nunca y conocí a Ángela, me la lleve a mi departamento y descargue todo mi dolor con ella. En la madrugada sentí odio por Ángela así que la corrí del departamento, sin embargo ella lo tomo muy bien y me dejo su teléfono. Fue cuando me di cuenta que esa sería mi nueva droga, así que me volví el conquistador de una noche, pero muy en el fondo siempre he tenido el espacio tan grande que dejo Raquel y que nadie nunca ha podido llenar.

Te amo, quizá  no es para tanto, pero es para siempre.Where stories live. Discover now